Colo Colo: A. Orión; G. Fierro, M. Zaldivia, J. Insaurralde, Ó. Opazo (70', D. Pérez); C. Baeza (54', C. Carmona), E. Pavez, J. Valdés; C. Pinares (78', N. Maturana), I. Morales, L. Barrios. DT: H. Tapia.
Antofagasta: P. Garcés; T. Astaburuaga, C. Rojas (71', R. Contreras), B. Romo, S. Cordero; M. Lepe, G. Sandoval (64', A. Barrios), M. Collao; E. Bello, F. Flores (46', J. Flores), F. Ciampichetti. DT: G. Ameli.
Goles: 1-0, Morales cabecea y el balón pasa por entre las piernas del meta; 2-0, 29', Astaburuaga empuja el balón dentro del arco al intentar despejarla; 2-1, 32', Ciampichetti anota de penal; 3-1, 33', Zaldivia se anticipa con el pie ante la salida del arquero; 3-2, 73' Bello define de primera y sin marca; 3-3, 77', Ciampichetti marca de cabeza tras centro desde la derecha; 3-4, 78', Bello anota ante la salida del meta.
Arbitro: F. González, amonestó a Baeza (C); Cordero, Flores.
Estadio Monumental, asistieron 13.621 personas.
Si la derrota a mitad de semana ante Palmeiras fue un mazazo difícil de digerir para los colocolinos, lo ocurrido ahora frente a Antofagasta tiene claros atisbos de nocáut para los pupilos de Tapia y sus hinchas. Y es que en esta carrera contra el tiempo que tienen los albos por intentar darle caza al líder Universidad Católica, su rival en la próxima fecha, era clave sumar de a tres. Sin importar las circunstancias negativas que rodeaban al equipo, entre tantas ausencias. Pero no solo se quedó con las manos vacías, sino que además el desenlace tiene el agravante de haber desperdiciado un cómodo 3-1 a favor.
Con tantas bajas en el equipo titular, algunas obligadas por lesión como la de Valdivia y otras por suspensión, en el caso de Paredes, Tapia recibió buenas noticias de parte de Iván Morales en el arranque. El joven delantero, de escasa participación en el último año por responsabilidad propias más que por falta de oportunidades, respondió con goles y una actuación como para reencontrarse con aquellos pasajes que tuvo en su estreno en el profesionalismo de la mano de Pablo Guede.
Es cierto que mucho tuvo que ver la indolencia defensiva de Antofagasta, que padeció de un evidente pánico escénico en el Monumental. Porque seguramente tendrá que pasar mucho tiempo para que Morales vuelva a encontrar un centro sin marca prácticamente en el área chica. El envío de Pinares desde el sector izquierdo fue bien conectado por el ariete, que hizo estéril el intento de achique de un desvalido Garcés.
Sería el primer aviso del muchacho, que parecía no llamar la atención de ningún zaguero nortino. Porque minutos después, tras una precisa habilitación de Valdés, Morales enfrentó mano a mano a Garcés y pese a que parecía perder el control de la jugada en el último toque, un cachetazo sobre la última línea terminaría con el zaguero Rojas mandando el balón hasta el fondo de las redes.
De Antofagas, ni señales de vida hasta ese momento. Salvo por todas las facilidades que le daba a Colo Colo para manejar el balón a su antojo. Definitivamente, en la cancha no estaba el equipo que en la tabla ostentaba el cuarto lugar. Todos estaban paralizados por la obligación de ganar en un escenario grande.
Para colmo, cuando encontró el descuento a través de Ciampichetti desde los 12 pasos, inmediatamente después Zaldivia volvió a estirar la diferencia en favor de Colo Colo, en una jugada muy reclamada por los nortinos por una supuesta falta sobre Garcés.
Aunque quedaba un tiempo completo por delante, la conquista de Zaldivia parecía bajarle la cortina al partido. Porque Colo Colo decidió quitarle ritmo al juego, a partir de la inteligencia en el manejo de Valdés, y Antofagasta no tenía demasiados argumentos para romper el murallón defensivo de los albos.
Pero un par de campios del técnico Ameli, y algunos muy malos de Tapia al otro lado, cambiaron la escena en el segundo tiempo. Jason Flores y Rodrigo Contreras le dieron la personalidad que tuvo el equipo nortino en el primer tiempo. El primero sin duda que se robó la película. Desde su atrevimiento, sus compañeros entendieron que se podía. Y comenzaron a caer los goles en el arco de Orión. Bello en dos ocasiones y el propio Ciampichetti, aprovechando las desatenciones de Fierro y Zaldivia especialmente, dieron vuelta el marcador. De paso, mantienen viva sus esperanzas de seguir soñando con el título. Como guinda de la torta, dejaron en el piso a Colo Colo, que ve como peligrosamente se va quedando lejos hasta de los puestos para clasificar a la Copa Libertadores. Y la continuidad de Tapia en el banquillo ahora sí comienza a correr serio peligro.