La llave queda abierta: Colo Colo consigue un empate con sabor a poco en la primera batalla ante River Plate

Carlos Palacios
El momento del empate de Carlos Palacios. Foto: Jonnathan Oyarzún/Photosport.

En un partido caliente, por los cuartos de final de ida de la Copa Libertadores, el Cacique y los millonarios igualaron 1-1, en un duelo donde apareció toda la jerarquía de Arturo Vidal. Los albos lamentarán para la revancha la baja de Maximiliano Falcón, mientras que los argentinos perderán a Paulo Díaz.



Tuvieron que pasar 2.176 días para que Colo Colo volviera a estar en los cuartos de final de la Copa Libertadores. A diferencia de lo sucedido hace casi seis años, la sensación en el ambiente era mucho más optimista por la solidez del Cacique durante todo el certamen. Por eso, la llave ante River Plate asomaba como algo capital para saber de qué estaba realmente hecho este plantel. Y a pesar de haber terminado 1-1, los pupilos de Jorge Almirón respondieron bien ante el primer apretón.

Bajo un ambiente espectacular y con más de 42 mil personas alentando a los albos en el Monumental y un provocativo lienzo que recordaba que el recinto colocolino no conocía de descensos, los pupilos de Jorge Almirón salieron con la idea de torcer esa historia que en los últimos años se ha encargado de ensañarse con el fútbol chileno. La primera misión del cuadro popular era dejar la llave abierta para la revancha en Buenos Aires y, en lo posible, sacar una ventaja que permitiera viajar con algo más de tranquilidad.

La visita, poco a poco, se está reacomodando a la idea del retornado Marcelo Gallardo, en un plantel que quintuplica en valor al del conjunto chileno y que cuenta con incorporaciones de lujo, como los campeones mundiales Marcos Acuña y Germán Pezzella, a la postre claves. Por ello, el desafío implicaba suma concentración en todos los detalles. Si Colo Colo quería soñar con llegar lejos en la copa, debía hacer un partido perfecto.

Desde un inicio, los de la banda sangre presionaron la salida ante un nervioso elenco local. Antes de los cinco minutos, ya contaban con dos ocasiones claras tras rápidas recuperaciones que sorprendieron mal plantada a la zaga local. El trabajo de los mediocampistas transandinos se encargó de cortar todos los circuitos creativos en el comienzo.

A pesar de ese preocupante inicio, Leonardo Gil tuvo el primero tras una gran asistencia de Javier Correa, pero Franco Armani y el travesaño salvaron a River. Una jugada que demostró que los albos sí podían dañar a su rival. De hecho, tras esa jugada, los de Almirón tuvieron dos aproximaciones más que encendieron aun más la noche en Macul.

Una desinteligencia dolorosa

Con el paso de los minutos, Colo Colo se fue afirmando en la cancha, con un Arturo Vidal lleno de oficio y protagonismo para ir a la refriega y también para abastecer a sus compañeros. Al fin y al cabo, estos son los desafíos para los que llegó el King. Ni siquiera se notó su baja por lesión. Caso contrario al de Alan Saldivia, a quien sí se le notó su falta de fútbol y terminó siendo reemplazado en el entretiempo. De hecho, casi provocó la apertura de la cuenta tras perder un balón ante Borja. Lo salvó Brayan Cortés, quien estuvo notable.

Ofensivamente, el libreto del dueño de casa fue aprovechar los descuelgues de Mauricio Isla, el desequilibrio de Carlos Palacios y la movilidad de Correa. Justamente el delantero tuvo otra clarísima a los 42′, con un cabezazo que obligó al lucimiento de Armani tras un gran pelotazo de Vidal.

Sin embargo, apenas un minuto después llegó un mazazo gigante que dejó mudo al Monumental. Un tiro libre del Huevo Acuña fue conectado por Pezzella en el área. El exjugador del Betis de Manuel Pellegrini y parte del plantel millonario que ascendió en 2012, anticipó la débil marca de Wiemberg para impactar el balón y abrir la cuenta. Una desinteligencia que en estas instancias suele pagarse muy caro.

Al todo o nada

Con el empate entre ceja y ceja, Colo Colo salió a jugársela en el segundo tiempo. De inmediato avisó con un cabezazo de Correa en el área que se fue por poco. Los de Gallardo, en tanto, cedieron la iniciativa cada vez más y se agruparon bien. En esa labor Paulo Díaz fue otra de las figuras destacadas hasta que fue expulsado sobre el final junto con Maximiliano Falcón tras enfrascarse en una serie de manotazos.

No obstante, la jerarquía del King nuevamente se puso al servicio del equipo con una tremenda habilitación a Palacios, quien definió cruzado para poner el 1-1, a los 61′. La celebración tuvo algo de suspenso, pues en un comienzo se marcó posición de adelanto, pero luego el juez brasileño Raphael Claus corrigió tras el aviso del VAR.

El empate le dio una cuota de mayor justicia con respecto al trámite del partido, donde además los albos superaron largamente en la posesión del balón al elenco argentino, algo no muy común en la era de Gallardo, quien la noche de este miércoles cumplió 100 partidos dirigiendo en Copa Libertadores.

Los minutos finales encontraron a los dos equipos midiendo los riesgos y ya pensando en la segunda batalla de 90 minutos, donde Colo Colo buscará dar el gran golpe de la Copa Libertadores, el próximo martes, a las 21.30 en Buenos Aires.

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