Colo Colo empata ante Iquique y sigue cediendo terreno en el torneo

Resulta muy extraño ver una formación titular de Colo Colo sin Jorge Valdivia, Esteban Paredes ni Jaime Valdés. Raro, sobre todo si ninguno de los tres presenta lesiones o está suspendido. Hay una explicación: el partido del próximo martes ante Bolívar por la Copa Libertadores, un duelo crucial para las pretensiones albas de avanzar a los octavos de final. Sin embargo, aquello no justifica por ningún motivo la decisión de Héctor Tapia de dosificar a las tres máximas figuras del plantel, menos ante un equipo que viene en alza como Deportes Iquique. Y lo pagó caro: un empate sin goles, que le impide arrimarse a Universidad Católica, el puntero.

Tito dio las primeras señales de su plan durante la semana, cuando trabajó con una alineación inédita. Su intención era clara: dar descanso a los pilares del equipo para que llegasen con energías suficientes para afrontar el decisivo compromiso con los bolivianos en Pedreros. Incluso, pese a que estaba dentro de la nómina, el Mago abandonó la concentración ayer por la tarde.

La principal novedad fue la  presencia como titular del joven Carlos Villanueva, uno de los talentos que Blanco y Negro espera explotar en el futuro. Es más, el propio Valdivia sostuvo que el volante era su sucesor en el fútbol chileno.

No obstante, el jugador de 18 años no estuvo a la altura y fue reemplazado en el entretiempo. Su actuación estuvo acorde a la del resto de sus compañeros, con la excepción de Óscar Opazo y César Pinares, los únicos que intentaron generar algo de peligro durante los primeros 45 minutos.

Un Colo Colo muy opaco, que extranó en demasía a Paredes, Valdés y Valdivia, se vio muy complicado con la presión generada por los nortinos, que controlaron el balón y fueron mejores que el local en el primer lapso. Además, si hay un técnico que conoce bien los secretos de Tapia y de los albos es Miguel Riffo. El ex defensa se reencontraba con su antiguo compañero de labores en Macul. Antes del pitazo, ambos se dieron un abrazo frente a las cámaras. Detrás de ellas, la relación está dañada y es casi imposible que vuelvan a trabajar juntos.

El remate de Rollón en los descuentos asustó a Tapia, quien ordenó los ingresos de Paredes y Valdés en la segunda parte.

Ahí Colo Colo cambió. Rápidamente, el elenco dueño de casa se apoderó de las acciones y sometió a los Dragones Celestes. Los de Tito transformaron en figura al arquero Naranjo, quien le ahogó dos veces el gol al 7 de los albos (83' y 89').

La dosificación le costó dos puntos de local a Tapia y la exquisita posibilidad de acortar distancia con los que están más arriba. Un triunfo de la UC ante la U el domingo lo dejará muy lejos de la cima y con la obligación de vencer a Bolívar para justificar el cuidado extremo de sus mejores hombres.