Colo Colo inaugura la estatua de David Arellano en el estadio Monumental
El Cacique presentó la escultura de su fundador, que está ubicada en la entrada Océano del recinto deportivo de Macul.
Uno de los momentos más esperados del Centenario de Colo Colo era la revelación de la estatua de David Arellano, fundador del Cacique. Esta se llevo a cabo este 19 de abril, día en el que el cuadro albo festeja cien años desde su creación.
La obra fue hecha por el escultor chileno Luis Arturo Hevia y se encuentra en el frontis del estadio Monumental, específicamente en el acceso de Océano, frente a las estatuas de Francisco ‘Chamaco’ Valdés y Carlos Caszely. “No sé si David Arellano habrá imaginado lo que iba a pasar 100 años después. Yo creo que sí, porque era un visionario”, aseguró el presidente Aníbal Mosa en la ceremonia.
La escultura es en honor al excapitán y fundador de Colo Colo en 1925. “Vámonos Quiñones, que jueguen los viejos”, fue la frase que cambió la historia del fútbol chileno. El profesor, en plena asamblea del club Magallanes, lideró una rebelión tras una serie de medidas implementadas por dirigentes más veteranos de la Academia tras la irrupción de los jugadores más jóvenes, quienes se estaban manifestando contra la falta de disciplina, poca seriedad en los entrenamientos y la actitud de ciertos jugadores al llegar a jugar ebrios
Los dirigentes decidieron que en la elección de capitán solo votarían solo los deportistas inscritos hasta 1924 y también lo harían los dirigentes. De esa forma, se les negaba la posibilidad de sufragar a los nuevos integrantes. Muchos de ellos, seguidores de Arellano. En ese tiempo, donde casi no existía la figura del entrenador, el portador de la jineta organizaba los entrenamientos, determinaba la estrategia dentro del campo y era el encargado de innovar en los aspectos deportivos de las instituciones. Por ende, su elección era crucial.
Una votación que cambió el deporte chileno
Pero debido a la determinación de la directiva, el resultado fue claro. Arellano perdió las elecciones y el arquero Julio Frías fue elegido con el honor. La medida era llamativa: no era titular ni contaba con el beneplácito de todos sus compañeros. Por lo mismo, y ante lo que consideraba una injusticia, Juan Quiñones comienza a alzar la voz e intentar revertir la votación
La respuesta del presidente subrogante de Magallanes, Santiago Nieto, fue tajante. “El directorio ya ha designado capitán del equipo y ustedes deben acatar esa designación. Si no la aceptan, la puerta es ancha. A nadie se le detiene por la fuerza en la institución”, sostuvo.
Entonces, un enardecido Quiñones quiere seguir debatiendo, pero su voz es acallada con una orden perentoria de David Arellano: “Vámonos Quiñones, que jueguen los viejos”.
Juan Quiñones, Clemente Acuña, Rubén Sepúlveda, Rubén Arroyo, el utilero Alejandro Arellano, Francisco y David Arellano abandonaron el lugar y caminarán por Avenida Independencia. Allí, en la intersección con la calle El Panteón, se unen al grupo Armando Stavelot, Nicolás Arroyo, Guillermo Cáceres y Luis Contreras y todos juntos deciden ir al bar Quitapenas que se encontraba muy cerca del lugar.
Aquel día no tomaron la decisión de formar un nuevo club, pero llegaron a la conclusión de que sus ideas tampoco serían tomadas en cuenta. La revolución estaba en marcha y 15 días después nacería Colo Colo Football Club. Quiñones se encargaría de vestir de blanco, por la pureza de los valores, y negro, para representar la seriedad de sus ideas.
Arellano falleció el 3 de mayo de 1927 a causa de una peritonitis provocada por una patada, mientras defendía al conjunto albo ante un amistoso contra el Real Valladolid.
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