E Superclásico jurídico se reanuda. Ahora, la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina toma el protagonismo. La corte de alzada del fútbol nacional debe ver y resolver la apelación que presentó Universidad de Chile al fallo de la Primera en relación a la denuncia que los laicos habían interpuesto contra Colo Colo por el presunto desacato que habría cometido Jorge Almirón en el partido entre Huachipato y los albos, en Talcahuano.
En Macul hay preocupación. No solo por el eventual vuelo que podría dar la situación, considerando que los azules pidieron que no se jueguen los partidos de ambos clubes involucrados en la disputa o que no se realice la premiación al campeón del torneo hasta que no se resuelva la apelación. También por la composición de la Segunda Sala. Especialmente, por uno de sus miembros: el abogado Ernesto Vásquez Barriga.
Azul profundo
Vásquez es uno de los cinco integrantes del tribunal de alzada. Egresó del liceo Valentín Letelier, se tituló en la Universidad de Chile y tiene distintos postítulos en Chile y en el extranjero. Además, es catedrático universitario. Sin embargo, no es esa condición la que alerta a los albos.
El profesional es, también, un reconocido y furibundo hincha de Universidad de Chile. Lo ha admitido públicamente. Incluso, llegó a posar con una camiseta laica en una entrevista que le concedió a La Cuarta, en octubre de 2013, en su condición de fiscal a cargo de la investigación en el caso Zamudio.
En esa nota, además de su afición laica, admite, por ejemplo que su apodo Tincho se lo debe a Martín Gálvez, un emblemático mediocampista de los azules en los 80.
Su afición se tradujo en un libro, Relatos Azules, que firma junto a Roberto Rabi. Ambos compartían en el sector Andes del Estadio Nacional y eran parte de Los Forzados, una suerte de agrupación de fanáticos.
Colo Colo reacciona
Frente a tal escenario, en Blanco y Negro toman resguardo. Una vez que se conoció la apelación de la U, el abogado del Cacique presentó una recusación a través de un escrito formal para solicitar que Ernesto Vásquez se inhabilite al momento de votar, tal como lo hizo Carlos Aravena, en la Primera Sala, tras haber trabajado en Azul Azul.
Según el escrito de una hoja, en la concesionaria reconocen el fanatismo del presidente de la Segunda Sala no le permite ejercer su labor. Se detalla su fanatismo por los azules que, incluso, le llevaron a escribir un libro del equipo que entrena en La Cisterna. Sin embargo, más allá de asegurar que no dudan de su profesionalismo, por una mayor transparencia en la resolución solicitan que se abstenga del proceso.