Los más de 30 mil hinchas que llegaron al Monumental la noche del martes no daban crédito a lo que veían: Colo Colo era eliminado en definición a penales por la modesta Universidad Católica de Ecuador, tras caer 0-1, en la primera fase de la Copa Sudamericana.

La actitud del equipo no gustó en algunos hinchas, quienes centraron sus insultos en Gabriel Costa, el jugador que perdió el balón en el contraataque ecuatoriano que derivó en la única cifra del partido.

En Rapa Nui, algunos de los miembros del nuevo directorio, como el presidente Aníbal Mosa y el vicepresidente ejecutivo Harold Mayne-Nicholls, quedaron preocupados por lo que vieron. "Teníamos toda la confianza de pasar esta fase, estábamos esperanzados en eso. Más que lo económico, nos preocupa no pasar de fase", decía a la salida el flamante timonel.

Pero lo económico sí complica. A Colo Colo no le sobran los recursos, ya que si bien el lunes se informó de que las utilidades fueron de US$ 6,2 millones, "deben destinarse a absorber las pérdidas acumuladas", según el hecho esencial enviado por la concesionaria a la CMF. En la mesa contaban con los US$ 375 mil que entrega la Conmebol por superar la primera ronda y la recaudación del partido como local en la siguiente fase, unos US$ 450 mil.

A comienzos de temporada, la gerencia deportiva, que encabeza Marcelo Espina, había planificado la conformación de un plantel que permitiera luchar por el torneo nacional y avanzar lo más posible en la Sudamericana. Por eso, el golpe fue muy duro e inesperado.

"Ellos (Salas y Espina) cuentan con toda la confianza del directorio, de todos los directores y tienen el respaldo para seguir trabajando. Que si nos gustaría pasar, claramente, a quién no. Ahora debemos tratar de campeonar y llegar de cualquier manera a la Copa Libertadores, tenemos plantel para pelear el título y lo vamos a hacer", dijo Mosa.

A pesar de la evidencia del fracaso, Salas, quien nuevamente no pudo avanzar en una copa internacional, recurrió a un eufemismo para calificar la eliminación: "Es el no logro de un objetivo. Nos habíamos propuesto seguir avanzando. Llamarlo como se quiera llamarlo va más allá, pero, sin dudas, es un objetivo que no logramos. Universidad Católica es un justo ganador. Hicieron muy bien el trabajo. Sí lo llamaría una derrota importante".

Los jugadores terminaron muy afectados, especialmente Esteban Paredes, quien tuvo varias ocasiones de gol y falló su penal en la definición. El capitán del Cacique disputó su último partido internacional en torneos de clubes.

El goleador albo se quedó charlando con Jorge Valdivia por largos minutos. "No estuve a la altura de lo que significaba este partido. Fallé y fallamos todos. Lo puedo resumir en eso", expresó el Mago, muy afectado.