La imagen genera debate. Mouche y Villanueva caminan rumbo al camarín al término del primer tiempo ante Huachipato. El volante de 20 años se acerca al argentino, de 32, con la intención de abrazarlo, pero este rechaza el gesto y le responde con insultos y un empujón. Suazo y De la Fuente observan a la distancia. Felipe Campos acude a pacificar y frena al juvenil. El árbitro Nicolás Gamboa no advirtió la situación. El capitán Barroso tampoco aparece.

La disputa venía de antes. El transandino le recriminó con duros insultos a su compañero que no le cediera el balón en una jugada. "Pendejo de mierda, pendejo boludo, la concha de tu...", fue lo que se pudo escuchar a través del audio del CDF. Y cuando el chico, en el descanso, fue a hacer las paces con el grande en plan conciliador, se llevó un nuevo reproche acalorado de este.

Villanueva explicó la situación tras el duelo: "Son cosas que pasan, después nos arreglamos en el camarín. Creo que son cosas puntuales del partido". El otro involucrado optó por abandonar rápidamente el estadio sin dar su versión. Y sigue sin manifestarse.

En el club le bajan el perfil a un episodio que manchó su imagen. Por ahora, no hubo un video de disculpas, como sí sucedió cuando Juan Manuel Insaurralde insultó al canchero Carlos Salinas.

"Preocupa que haya tantos episodios de descontrol", dice un integrante de la mesa de Blanco y Negro, sin querer hacerlo en voz alta.

A Daniel Morón, exarquero y también director de la concesionaria, no le importa hablar al aire. Comprensivo con el retador: "A mí no me preocupa, es un tema que pasa más de lo que uno piensa. Solamente que en esta oportunidad fue captado por un medio, pero que se resuelve también de la misma manera y queda en la cancha". "Es muy normal y más en jugadores con temperamento. Es casi una obligación de uno llamar la atención de un compañero. Todos buscamos el bien del equipo. Aunque a veces uno no mide en el momento las consecuencias", añade.

En esa línea, Rubén Espinoza plantea: "Recriminarse jugadas pasa regularmente. Se ve feo, pero están los dos a revolución máxima. Lo más seguro es que después deben haber hablado y solucionado el tema".

Leonel Herrera hijo, cree que "lo que corresponde es que Mouche se acerque al compañero y le ofrezca disculpas; lo engrandecería". "En el fútbol se da de todo y hay que comprender que uno está con las pulsaciones a mil. Va mucho en el tipo de relación que tengas y en cómo conozcas a tus compañeros. Antes se daba mucho más que el grande impusiera sus términos ante los más chicos y uno tenía que aprender y aguantar", cierra.

Una escena que empañó la imagen de Mouche, y la del equipo, pero que Colo Colo y sus históricos reciben con normalidad y comprensión.