Un partido absolutamente clave se vivió en el Tierra de Campeones, entre Iquique y Colo Colo. Un duelo que al ganador le permitía seguir en la lucha por el título. Y, entendiéndolo así, los albos no se guardaron nada, pese a que el miércoles se juegan en Paraguay la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores. La apuesta les funcionó al cien por ciento y consiguieron un rotundo 3-0.

La única novedad que presentó el elenco de Jorge Almirón fue la inclusión de Gonzalo Castellani por el lesionado Esteban Pavez. Mientras que los Dragones Celestes querían dejar atrás el amargo empate conseguido en Calama ante Cobreloa, que los privó de recortarle una mayor distancia al líder Universidad de Chile, pero fallaron en el planteamiento.

Con las tribunas repletas y un ambiente espectacular, ambos equipos fueron en busca de la victoria a su manera. El Cacique intentó adueñarse del balón y explotar las subidas por las bandas de sus laterales y punteros, mientras que los nortinos intentaron presionar la salida del rival y aprovechar las pérdidas del cuadro popular.

A los 8′, Daniel Sappa sacó de forma brillante, una volea de Leonardo Gil en el área tras un córner. Mientras que, en el minuto 16, Orellana entró solo en medio de Alan Saldivia y Maximiliano Falcón, pero terminó elevando su remate ante la salida de Brayan Cortés. Tres minutos después, Guillermo Paiva entró solo por el sector derecho, pero desvió su remate cuando enfrentaba al meta iquiqueño. Poco después se repitió la tónica. Esta vez un pase de Carlos Palacios dejo sin marca a Gil, quien estrelló su remate en el cuerpo del golero local. Luego, a los 28′, el VAR invalidó un gol de Arturo Vidal por posición de adelanto.

A esas alturas, parecía que en cualquier momento iba a caer el tanto de los albos. Los dirigidos de Miguel Ramírez cada vez se veían más complicados ante el asedio del cuadro popular, que perdonaba y perdonaba. Tanto sus laterales como sus centrales perdieron constantemente las espaldas, lo que se transformó en un dolor de cabeza para los de la Primera Región.

Contundencia alba

Tras el descanso, Cheíto movió el tablero e hizo algunas modificaciones para recuperar el protagonismo e intentar revertir la situación. Sin embargo, no lo logró y Colo Colo llegó al ansiado tanto, después de un ingenuo penal de Hans Salinas sobre Carlos Palacios tras un gran jugada de Paiva. Frente al balón se paró Vidal y con un potente remate que dejó inmóvil a Sappa, abrió la cuenta en el minuto 59.

El tanto significó un remezón para los iquiqueños, que se fueron en busca del empate. Edson Puch, más centralizado, tomó bastante protagonismo. Cortés estuvo brillante para evitarlo con un achique notable a Stefan Pino. Sin embargo, un nuevo regalo le permitió a Colo Colo alcanzar la tranquilidad. Una mala entrega hacia atrás de Diego Orellana fue aprovechada por Paiva, quien no tuvo problemas para poner el 2-0.

La conquista sentenció el partido y lo que vino después fue una fiesta para el Cacique. Un desborde del recién ingresado Damián Pizarro encontró solo a Marcos Bolados, quien con un toque sutil empujó el balón hacia el arco, poniendo la tercera cifra, a los 82′, y estructurando una sólida victoria que enciende la ilusión de los albos de cara a lo que ocurra este miércoles, cuando enfrenten a Cerro Porteño en Asunción, por un cupo en los octavos de final de la Copa Libertadores. De paso, se ponen transitoriamente a solo dos puntos de Universidad de Chile, el líder del Torneo Nacional.