Colo Colo volvió a la cancha hace tres días y una de las incógnitas era ver cómo aguantaba física y futbolísticamente el equipo, tomando en cuenta la inactividad de cinco meses y el regreso a los entrenamientos recién a mediados de julio y que, además, el plantel estuvo tres meses en la AFC, por lo que no hubo ningún tipo de relación ni instrucción de parte del club. Es decir, entre abril y julio los jugadores debieron entrenarse por su cuenta, mientras los demás equipos recibían pautas de trabajo, al menos, de forma telemática.
La derrota 2-3 no solo desnudó falencias tácticas, sino también varios problemas físicos en los albos, quienes pagaron caro la inactividad en el segundo tiempo, más allá de que su DT encontrara más razones. “No quiero poner eso como excusa. Sabíamos que teníamos que adaptarnos a esta situación. Sabíamos también que necesitábamos fundamentalmente estar concentrados los 90 minutos, tratar de no cometer errores que se traduzcan en goles. Por ahí paso el partido”, intentó explicar Gualberto Jara tras el partido.
Para los expertos, eso sí, la desventaja física de Colo Colo, sobre todo tras su paso por el Seguro de Cesantía, es evidente. Héctor Passi, PF del equipo de tenis de la Fed Cup y de Lautaro de Buin, advierte que “claramente, tres meses sin recibir pautas de entrenamiento pueden afectar demasiado el estado físico específico, sobre todo lo que tiene que ver con los movimientos de aceleración y freno; con los conceptos anaeróbicos, con la reserva de sustrato energético que puede tener el deportista. Por lo tanto, eso se va a demostrar no en los primeros minutos, porque los futbolistas tienen una condición física de base, pero sí en los últimos 20 minutos de partido, donde ya se han desgastado todos los sustratos energéticos y donde la resistencia anaeróbica demuestra obviamente esos tres meses y medio de para”.
El profesional enfatiza en los plazos. “Es muy importante la pérdida de forma física y esa pérdida se nota a nivel de alto rendimiento. Esos tres meses de para pueden costar entre un mes y un mes y medio adicional de trabajo físico para ponerse nuevamente a tono para regresar a lo que ellos estaban antes de la pandemia”, expone.
El médico Cristián Ortiz, traumatólogo especialista en medicina deportiva de Clínica Universidad de los Andes, detalla las complejidades de un periodo tan extenso sin trabajos específicos. “Todo deportista profesional necesita un entrenamiento complejo con preparación física pura. Muchos no tienen espacios suficientes para desarrollar ese trabajo y no tienen cómo imitar los gestos técnicos, porque las superficies son distintas. A ello hay que sumar factores como la disciplina, motivación y la fuerza de voluntad. E, incluso, por mucho esfuerzo que le hayan puesto, es imposible que se hubieran acercado al entrenamiento normal”, sentencia.
Por otra parte, el facultativo también cuestiona la determinación que tomó Blanco y Negro al enviar a los jugadores al AFC: “A los dirigentes del club se les pasó este detalle y no pensaron en las consecuencias físicas que esto podía tener, ya que, al estar tanto tiempo en el Seguro de Cesantía, iban a poner a los jugadores en desmedro y pueden tardar meses en recuperarse. Habría que preguntarse si realmente valió la pena tomar una decisión así, puede que termine saliendo más caro que lo que se ahorró. En estas condiciones, además, hay que poner mucho ojo a lo que suceda con las lesiones en los próximos partidos. No solo en Colo Colo, sino también en los demás equipos, que a lo mejor no tenían todos los recursos para apoyar a sus futbolistas en este tiempo de pandemia”.
Leonel Herrera, histórico de la Copa Libertadores de 1991, no esconde su preocupación y coincide con las demás opiniones. “Es efectivo que no tener pauta de entrenamiento afecta mucho. Es muy distinto hacerlo por vía presencial que remota. Pero, incluso así, Colo Colo dio ventajas por esas dos formas, ya que al no tener relación los jugadores con el club, no podían recibir instrucciones ni siquiera telemáticamente y además volvieron después a los entrenamientos. Además, ya no hay tiempo y ni siquiera hubo amistosos, lo que perjudica mucho”, sostiene.
En ese contexto, el exdelantero compara la realidad de los albos con las de otros equipos. “Este fin de semana vi varios partidos y me llamó la atención que la gran mayoría de los futbolistas se veía bien externamente, pero los problemas se apreciaban en otros aspectos, sobre todo en los minutos finales. Por ejemplo, Wanderers pasó por encima de Colo Colo en el segundo tiempo, tanto física como futbolísticamente. Incluso, a la U la vi mejor físicamente que a Colo Colo. Indudablemente preocupa, porque sería catastrófico que el equipo perdiera y más encima quedara colista”, lamenta.