Colo Colo 0: A. Orión 5; F. Campos 4, M. Zaldivia 5, J. M. Insaurralde 5, D. Pérez 3; J. Valdés 5, E. Pavez 4, C. Pinares 3 (67', Opazo ); B. Provoste 4 (58', Carmona 4); L. Barrios 3, E. Paredes 2 DT: H. Tapia 3.
Palestino 0: S. Pérez 5; G. Soto 5, A. González 5, N. Díaz 5, D. Torres 5; J. Fernández 5, A. Farías 4, C. Cortés 4; L. Jiménez 4 (82', Rodríguez 4); R. Gutiérrez 3, M. Campos 3 (74', Muñoz 3). DT: I. Basay 4.
Goles: No hubo
Árbitro: P. Maza X. Amonestó a Pérez (C), Soto, Farías (P). Expulsó a Paredes a los 55' por reclamos.
Estadio Monumental. Se jugó sin público.
En cursiva jugadores juveniles
Colo Colo pide a gritos las vacaciones. Al menos esa es la sensación que queda después de ver su pálida actuación ante Palestino, donde no pudo pasar del empate sin goles. Ni el aliciente de clasificar a la Copa Sudamericana parece suficiente para remecer a un grupo de futbolistas que ya tiró la toalla en esta temporada. Con o sin público en las tribunas, el Cacique transmite desidia pura, como si ya no hubiese nada en juego. De no ser por algún arranque de Jaime Valdés, que al menos demuestra cierta vergüenza deportiva a pesar de haber estado cortado por varios partidos por el técnico Tapia, uno creería que el equipo todavía está en una pretemporada.
Ni siquiera la chance de evitar entrar en la historia por la cantidad de partidos sin ganar, con el resultado de ayer igualó la peor marca de 10 duelos que se inscribió en 1985, provocó un alza ante los árabes. En realidad, con el nivel que tienen hoy los jugadores, tanto futbolístico como físico, parece una utopía presenciar un alza en el juego. En el resumen global del encuentro ante Palestino solo queda un tiro libre del Pajarito como la gran chance de convertir.
Antes y después de ese remate, Colo Colo nunca supo cómo imponerse desde la posesión ni tampoco desde la actitud. Porque muchas veces la falta de ideas se pueden disimular con una entrega que le permite a un cuadro pasarle por encima al rival. Pero no es el caso de los albos, que se empecinan en esperar esa genialidad de alguna de sus figuras, que hace rato están apagadas.
El caso de Esteban Paredes es quizás el más sintomático. El goleador del fútbol chileno agoniza en este cierre de campaña con la ilusión de romper el récord de Chamaco Valdés. Pero sus compañeros no colaboran a su causa y el propio delantero está lejos de un nivel competitivo que le permita desequilibrar en el mano a mano. No por nada, su último gol de jugada fue hace dos meses en Viña del Mar. El que le anotó a Audax Italiano hace una semana fue de penal, en el único remate que tuvo al arco en todo el partido. Para colmo, ante Palestino se hizo expulsar por insultar al árbitro Piero Maza, en una jugada instrascendente en la mitad de la cancha. Pudo ser entonces su última aparición en la temporada.
Entonces, si ya 11 contra 11 el duelo estaba complejo para Colo Colo, en desventaja sencillamente buscó salvar el empate. Así lo entendió Tapia, que introdujo tres cambios de corte defensivo. Todos los que ingresaron como sustitución eran jugadores más para destruir que para desequilibrar en ataque. Afortunadamente para Tapia, Palestino nunca arriesgó demasiado. Se conformó con el empate desde temprano en el segundo tiempo, entendiendo que el negocio estaba hecho.
Ahora, lo único resta saber en este cierre de temporada es si este equipo podrá evitar el papelón de no clasificar a un torneo internacional. Le quedan dos partidos ante rivales que están más arriba en la tabla y que al igual que los albos están obligados a sumar. Sin Paredes y quizás sin Valdivia, el equipo de Tapia tendrá que dar la cara. Aunque por dentro todos sueñen con las vacaciones y que esta tortura en que se ha convertido el cierre del campeonato se acabe de una vez. A esta altura, ni ellos se acuerdan de la última vez que ganaron. Y eso es imperdonable en la historia del Cacique.