Colo Colo aún disfruta el sabor de la victoria sobre Junior de Barranquilla. Si bien el 1-0 es un resultado exiguo para el objetivo de clasificarse a los cuartos de final de la Copa Libertadores, en el Cacique se siente el envión anímico. Los hinchas que repletaron el estadio Monumental se fueron encendiendo sus teléfonos y entonando el himno del club, manifestaciones inequívocas de felicidad. El encanto con el equipo popular volvía a su nivel más alto.
Jorge Almirón también estaba feliz, aunque su postura era más mesurada. El técnico argentino sabe que la diferencia es demasiado corta como para confiarse, aunque hay un elemento clave para fortalecer la esperanza: el equipo cafetalero no pudo imponerse en ninguno de los choques que protagonizó como anfitrión en la fase de grupos: igualó ante Universitario, Liga Deportiva Universitaria y Botafogo. Igualmente, la visita a Barranquilla supone, por el factor ambiental, un auténtico infierno.
Reservar fuerzas
Este viernes, los albos vuelven al Campeonato Nacional. Lo hacen para recibir a Coquimbo Unido, en un partido que no pueden descuidar. Los piratas están terceros en la tabla de posiciones, con 35 unidades, dos menos que el líder, Universidad de Chile, y una más que el Cacique. Es decir, se trata de un encuentro clave para la otra aspiración alba: quedarse con el Campeonato Nacional.
Almirón, en todo caso, tiene en mente llegar lo más alto posible a nivel continental. En esa línea, avisó que ante los nortinos utilizará una formación alternativa. “Mañana nos juntamos para ver cómo termina, algunos chicos que no venían jugando tienen opción, necesitamos minutos. Estamos concentrados con todo para cada partido. Tenemos la obligación de ganar y pensar en los primeros lugares. Veremos qué equipo ponemos. Tenemos alternativas importantes”, estableció en primera instancia.
Al margen de la reserva de las principales figuras, hay varias razones para entender la decisión. ”Tenemos que sumar minutos de menores. Tendrán posibilidad algunos jugadores del club que viene entrenando con nosotros, que juegan bien y será la oportunidad de verlos en cancha. La responsabilidad es grande. Tenemos poco tiempo y el viaje a Colombia es largo. Jugar el viernes y después viajar ocho horas. Los que no jugaron hoy tendrán su oportunidad el viernes”, anticipó el DT. Recuperar a Arturo Vidal es, por cierto, un objetivo fundamental.
Un respaldo estelar
Aunque la formación se conocerá recién a pocos minutos del duelo, la estructura del plantel albo le permite cierta tranquilidad al Cacique. De hecho, los refuerzos que arribaron (Mauricio Isla, Jonathan Villagra, Cristián Riquelme y Javier Correa) llegaron a darle variedad a una estructura que ya sobresalía, por nombres y calidad, a nivel local.
En ese contexto, Almirón perfectamente podría permitirse cambiar el equipo completo y llenar la planilla con nombres de primer nivel. En el arco, eso sí, tendrá que hacer un cambio obligado, pues Brayan Cortés aún debe purgar un partido de sanción por la expulsión que sufrió en el partido ante Unión Española. Como en el Superclásico ante la U, jugará Fernando de Paul. A la banca irá el juvenil Eduardo Villanueva.
De ahí en más, tiene las opciones suficientes. En la banda derecha, por ejemplo, Óscar Opazo, quien ante Junior le cedió el puesto a Isla, es una alternativa de lujo. En el centro de la zaga, aunque la ausencia de Alan Saldivia duele, también hay cartas suficientes. Al recién llegado Villagra se suma Ramiro González. Por la izquierda está disponible Riquelme, pero también está la opción de Daniel Gutiérrez. El canterano también puede actuar como central por la izquierda. El exevertoniano permite sumar minutaje Sub 21.
En el mediocampo, Leonardo Gil y Gonzalo Castellani son dos variantes de lujo. La buena noticia es que está disponible Lucas Soto, otro expulsado en el choque ante los hispanos. En su caso, además del aporte futbolístico, la utilidad es que su presencia permite sumar minutos juveniles.
En el ataque no hay preocupaciones. Asumiendo que Almirón guardará a Marcos Bolados, Javier Correa y Carlos Palacios, al técnico argentino le quedan opciones para regalar. El paraguayo Guillermo Paiva debería tener una nueva opción para mostrar sus condiciones. Y luego están disponibles nombres interesantes como Cristián Zavala, Lucas Cepeda, Alexander Oroz, Matías Moya y Leandro Hernández. El último, de 19 años, es una de las grandes esperanzas de la cantera alba.