Uno de los grandes aciertos de Colo Colo en el último tiempo fue la llegada de Pablo Solari. El delantero argentino se unió al club por la recomendación de Walter Lemma, ayudante de Gustavo Quinteros, y se transformó en pieza fundamental del equipo y con un gol suyo salvó al equipo de lo que hubiese sido el primer descenso de su historia. En ese caso, la fórmula empleada fue ficharlo a préstamo para el fútbol joven y acordar la compra del 50% del pase y la totalidad de los derechos federativos al término de la cesión, a cambio de US$ 750 mil.
El éxito de esta contratación llevó al club a seguir profundizando este modelo, con el objetivo de encontrar jugadores de potencial, que en un futuro cercano serían inalcanzables económicamente para el mercado chileno y que, de paso, mejoren la competencia interna tanto en el fútbol joven como en el primer equipo. De este modo, el Área de Scouting del club presenta los nombres a la gerencia deportiva, el cuerpo técnico y el directorio, para luego aprobar las condiciones. “El técnico siempre da la última palabra, como ocurrió con Solari. Gracias a lo que pasó con él, nos llaman de muchísimos lugares presentándonos diversas propuestas. Pedimos el material, lo analizamos y se lo presentamos a Gustavo”, cuenta Daniel Morón, gerente deportivo de los albos.
Y así fue que bajo este sistema se incorporó el zaguero uruguayo Alan Saldivia, de 19 años, proveniente del Montevideo City Torque. “Lo de Solari fue un como lo de Barti, que llegó de un equipo de segunda división y más recomendaciones de un amigo que por videos y otras cosas. Y con Saldivia pasó algo parecido, ya que Ricardo Perdomo, compañero mío en Palestino que trabaja en el City, me habló muy bien del chico y me dio las referencias sobre su juego. Hicimos un seguimiento de cuatro o cinco meses y lo invitamos a entrenar al club por un mes para verlo en cancha y que pueda jugar algunos amistoso”, explica el arquero campeón de América.
El marcador central también fue pretendido por otras instituciones, por lo que los albos debieron actuar rápido. “Cuando aparece el interés por jugadores con este nivel de proyección, obviamente se puede levantar un interés por parte de otros clubes. Por ello, aceleramos en su minuto las gestiones”, dice Edmundo Valladares, presidente de Colo Colo. Y agrega: “Saldivia era un jugador que estaba siguiendo la oficina de búsqueda junto a la gerencia deportiva hace largo tiempo y afortunadamente pudimos cerrar esa conversación y ese acuerdo. El jugador ya está en Chile y va a comenzar a entrenar en el Monumental en los próximos días”.
El charrúa no es el único, ya que en los próximos días arribará a Chile el boliviano Ervin Vaca, de 18 años, volante mixto formado en la prestigiosa Academia Tahuichi, y que sorpresivamente fue convocado por César Farías para esta fecha doble de las Eliminatorias. “Esta todo conversado para que venga, viene recomendado por un amigo de Gustavo (Quinteros) y en los próximos días debería estar entrenando con nosotros”, detalla Morón sobre esta nueva incorporación.
En este sentido, la fórmula se hace atractiva, ya que Colo Colo tiene asegurada su participación en la Copa Libertadores del próximo año, lo que significa una importante vitrina para estos jugadores de proyección, y la posibilidad de generar importantes recursos para el club con una eventual venta futura. “La idea es que todos ganemos con esto”, sentencia Daniel Morón.