Colo Colo enfrenta nuevamente un escenario complejo. A la controversia salarial que tiene al plantel en la AFC, se suma un grave conflicto con Umbro, la marca que viste a los albos (y también a su capitán, Esteban Paredes), en un problema que tiene en vilo el contrato firmado por ambas partes en 2018, durante la administración de Gabriel Ruiz Tagle, y que le reportaba US$ 2 millones anuales al club hasta 2023. El vínculo comenzó a regir oficialmente el 1 de julio del año pasado.
La situación alertó a la concesionaria que, mediante un hecho esencial en la noche del miércoles, informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) presuntos incumplimientos de contrato incurridos por Comercial Depor Limitada, la empresa representante en Chile de la firma inglesa. Los albos acusan que su socio comercial más importante ha incumplido “diversas obligaciones establecidas en el contrato”.
“Por lo mismo, Blanco y Negro buscó mecanismos que permitieran regularizar los pagos que Comercial Depor le adeuda. No hubo respuesta positiva por parte de Umbro, quedando en evidencia que no existe interés real en cumplir los términos del contrato”, consigna el escrito.
“Actualmente, se encuentran incumplidas, por Comercial Depor, diversas obligaciones establecidas en el contrato. Por lo mismo, las partes buscaron mecanismos que permitieran regularizar los pagos que Umbro adeuda a ByN. Pese a lo avanzado de estas conversaciones, Umbro, intempestivamente, abandonó la negociación”, consignaron después los albos en un comunicado oficial. Y que por eso notificaron formalmente a Umbro “por graves y reiterados incumplimientos del contrato”.
Desde el Monumental explican que la firma adujo problemas para cumplir con sus compromisos tras el estallido social y la pandemia, lo que significó una importante merma en sus ventas. Que se intentó ver alguna fórmula, para evitar judicializar la controversia, pero el diálogo fracasó.
La respuesta de la compañía niega las acusaciones y anuncia que se va del Cacique: “No es efectivo que Umbro Chile haya abandonado intempestivamente negociaciones cuyo foco fuere la regularización de pagos adeudados a ByN. Por el contrario, las negociaciones se refirieron a otras materias, en los términos contemplados en el mismo contrato, y habiendo transcurrido el plazo previsto para lograr pleno acuerdo sin que ello se produjera, Umbro ejerció su derecho a poner término anticipado al contrato, el que en consecuencia terminará con fecha 31 de diciembre de 2020”.
La multinacional también reveló que “notificó formalmente” a Alejandro Paul, gerente general de ByN, el mediodía del miércoles. Es decir, antes de que se publicara el hecho esencial en la CMF. Y acusó a la concesionaria de enlodar su prestigio, a través de “acusaciones públicas infundadas y tendenciosas”. Se reserva “el ejercicio de acciones legales o derechos asociados a estas conductas” y afirma que ByN “omitió y tergiversó información de cara al público” y que seguirá trabajando de “buena fe” para completar el vínculo con el club en las nuevas fechas que señalan.
En 2017, en la primera administración de Aníbal Mosa, el Cacique tuvo una fuerte disputa con Under Armour, acusando incumplimientos en el aporte para financiar el sueldo de Jorge Valdivia (que ayer enredó en el conflicto, cargando contra Mosa y Harold).
El acuerdo establecía que la marca debía entregar 300 mil dólares en ese año y la misma cifra al siguiente para complementar el salario del Mago, quien percibía US$ 100 mil dólares mensuales. La multinacional hizo llegar al Monumental ocho mil camisetas personalizadas a modo de abono. Sin embargo, la venta no fue la esperada.
En marzo de 2007, cuando la ANFP era encabezada por Harold Mayne-Nicholls, hoy vicepresidente de ByN, llevó a la Justicia a Forus por considerar que se firmó el acuerdo con la marca en condiciones poco ventajosas. Finalmente, tras una mediación, se logró rescindir anticipadamente el contrato.