La guerra está desatada en Colo Colo. La grave crisis económica que atraviesa el club se acentuó con la cancelación de la actividad por causa del Covid-19. Esto obligó a Blanco y Negro a impulsar un plan de recortes salariales, que hoy tiene enfrentados en una batalla intestina a la concesionaria y al plantel. Lo que más se ha escuchado por los pasillos del Monumental es que si no se llega a ese acuerdo, la institución corre riesgo de quebrar. Según las autoridades, es imposible recaudar los $ 1.150 millones mensuales para hacer funcionar al club, y cuyo 75% equivale a remuneraciones.
Las conversaciones se arrastraban hace un par de semanas y la postura de ByN no varió, sobre todo después de que se les informara la semana pasada a los funcionarios de estos ajustes, que iban desde el 15% al 25% en sueldos a partir del millón de pesos y menores a $ 7,5 millones (que se les descuenta el 50%), con una devolución de la mitad de lo descontado entre enero y septiembre de 2021. La premisa, dicen en la SA, es no conceder privilegios extras a los jugadores.
Así, a ocho días de que finalice el mes, Aníbal Mosa citó a una sorpresiva rueda de prensa en el Monumental para fustigar a los jugadores por no haber llegado a un acuerdo y anunciar que el club acudirá a la Ley de Protección del Empleo, que permite suspender la relación laboral, de modo que los futbolistas se acojan al seguro de cesantía. De hecho, ayer el club inició los trámites para ejecutar esta diligencia y le puso fecha tope a los jugadores para que acepten la rebaja pactada, porque el plan de suspensión del vínculo laboral se debe ingresar antes del 24 de abril.
En otras palabras, el conflicto terminó de estallar generando una grieta muy difícil de reparar. Y como el mismo comerciante dijo, las relaciones “están dañadas”, sobre todo con los referentes.
“No fuimos capaces de convencer y hacer comprender que esta situación no la generamos nosotros. Es un día muy triste, nunca pensé que podíamos generar este quiebre. Los jugadores le dieron la espalda a su institución y nos hemos visto obligados a recurrir a la Ley de Protección al Empleo”, afirmó el timonel, quien no se quedó ahí: “El plantel no juega un partido hace 40 días, 40 días que no entra un peso por borderó, y hay algunos que piensan que es justo que les pague el 100 por ciento. No es ético. Por eso mi enfado y mi tristeza”.
Los futbolistas, inspirados en el acuerdo que alcanzó el plantel de Universidad de Chile, acercaron una fórmula que comenzaba con recortes para los salarios desde $ 4.000.000, una propuesta que fue revelada por Harold Mayne-Nicholls en la rueda de prensa. El deseo de los jugadores era un recorte de 30% hasta los $ 7 millones y un 40% de ahí en adelante, con una devolución total el próximo año en caso de quienes permanecieran en el club en 2021, mientras que a los que no, se les debería devolver todo en diciembre, una propuesta que fue compartida -sin tanto detalle-, a través de las redes sociales del Sifup. Asimismo, algunos jugadores la subieron en sus redes, aunque desactivando los comentarios de los hinchas.
La propuesta de ByN, en tanto, incluía: resta de un 40% para los jugadores que ganan entre $ 2,5 millones y $ 7 millones; 50% para los que reciben sobre ese monto. En todos los tramos, la devolución de la mitad de los descontado.
Obviamente, el golpe mediático de la concesionaria generó molestia en los jugadores, quienes sienten que fueron expuestos ante los hinchas. Las relaciones están cortadas y una salida al conflicto se ve cada vez más compleja.
Propuesta de ByN por tramos
Sin descuento
Para los ocho jugadores del plantel de Colo Colo que ganan menos de $ 1 millón.
30% de descuento
Para un jugador que gana entre $ 1 millón y $ 2,5 millones. Se le devuelve el 15% en nueve meses.
40% de descuento
Para cinco jugadores que reciben entre $ 2,5 millones y $ 7 millones. Se les repone el 20% de lo descontado.
50% de descuento
Para los 14 jugadores que ganan más de $ 7,5 millones. Se les devuelve un 25%.