La imperdonable expulsión de Benjamín Berríos, a los 51' minutos, cambió todo para Colo Colo. El plan, el objetivo, el juego y, lo que es peor para los albos, el enfoque de todo el equipo y de la banca. Todo. Los albos se quedaron con uno menos y sufrieron para aguantar el cero ante Deportes Temuco. Y lo manejaba bien, hasta que el penal de Matías Zaldivia desató el descontrol total y finalmente sepultó el deseo de sumar del Cacique.
Fue un penal bien cobrado y, a partir de ahí, el árbitro César Deischler tuvo que expulsar al mismo Zaldivia y Esteban Paredes, por sus excesivas protestas desde la banca. Todo era un enredo, porque en un comienzo el juez le mostró amarilla a Óscar Opazo, quien se debía ir porque ya tenía tarjeta. Después Deischler notó que había amonestado al jugador equivocado y se fue en contra de Zaldivia.
Más de cinco minutos de empujones, gritos, insultos y enredo, mientras Cris Martínez esperaba en el punto penal para ejecutar la falta. El paraguayo resolvió con frialdad después de un momento caliente y marcó el 1-0 de los sureños, frente a un Colo Colo que con nueve en cancha buscó un milagro que nunca llegó.
El líder se cayó. Su racha de minutos invicto (453), también. Y lo que es peor para el equipo de Pablo Guede, la punta del torneo quedó en total riesgo, a la espera de lo que haga Unión Española esta tarde, ante Deportes Iquique.
Así, Colo Colo dejó ir un partido que 11 contra 11 dominaba y que, ya con un menos, controlaba. El Cacique se vuelve derrotado a Santiago, dolido en su orgullo y con la cabeza hirviendo.
El consuelo del penal atajado por Orión a Martínez, en los descuentos, de poco sirvió. La derrota estaba sellada. Los albos perdieron a tres jugadores pensando en la próxima fecha, dos titulares fijos como son Paredes y Zaldivia. Y el próximo rival será nada menos que Unión, en un duelo que marcará el desenlace del Transición. Un torneo que, por ahora, no está en las manos de Colo Colo.