La estadía de Nicolás Blandi en Colo Colo ha sido realmente para el olvido. Llegó como el precio más alto del fútbol chileno en la temporada pasada, luego de que arreglara por US$ 1,2 millones y un sueldo cercano a los $ 80 millones.
Sin embargo, a pesar de su cartel de goleador y de ser ídolo en San Lorenzo, su producción en el país fue decepcionante, donde anotó apenas dos goles en 21 partidos, además de pasar la mayor parte del tiempo lesionado.
El transandino nunca estuvo en forma y tampoco convenció a Gustavo Quinteros para ser tenido en cuenta. De hecho, hace algunas semanas el DT albo fue lapidario con el atacante. “Con respecto a Blandi, lo mismo. No está a disposición, se mantiene lesionado. Lamentablemente, es un jugador que en el club no pudo nunca tener un nivel deportivo como para jugar y demostrar sus condiciones, al menos desde que estoy yo”, declaró.
Desde principios de temporada, el club intentó buscarle una salida o, por último, mándarlo a préstamo. Sin embargo, pocos clubes estuvieron dispuestos a asumir el sueldo del artillero o al menos una parte. Todo esto cansó a la dirigencia, que se abrió a la posibilidad de una rescisión anticipada, por lo que las conversaciones llevan varias semanas.
De acuerdo a lo que se señala en ByN, “está todo muy cerca de concretarse”, aunque igualmente prefieren la cautela y a más tardar a comienzos de la próxima semana se oficializará la partida de Blandi y, de paso, se liberará un cupo de extranjero para sumar el anhelado centrodelantero que Quinteros viene pidiendo desde comienzos de año.
Las conversaciones se fueron llevando a cabo con su representante y el club, donde los albos igualmente deberán seguir cancelando una parte, en el Monumental estiman que “el ahorro con este acuerdo sería cercano al millón de dólares”, lo que es recibido como un verdadero alivio para las finanzas del club, que en el último tiempo se han visto bastante golpeadas.
El contrato de Blandi tiene ciertas particularidades. Si bien los albos, arreglaron por US$ 1,2 millones, los albos no le entregaron esta suma en su totalidad a San Lorenzo. Como el club de Boedo tenía una deuda importante con el delantero, Blanco y Negro la asumió con compromiso de pago directo al jugador en tres años, la que se ha ido cancelando a través del sueldo, lo que explica lo abultado de este.