O'HIGGINS 1 - COLO COLO 1
O'Higgins: M. Pinto 5; A. Márquez 4, A. Acevedo 4, J. Fuentes 5, R. Cereceda 3; N. Oroz 6 (84', J.C. Espinoza -), M. Vera 4; A. Gutiérrez 5 (73', P. Muñoz 4), R. Fernández 5, M. Salas 3; P. Calandria 3 (68', N. Mazzola 3). DT: M.A. Figueroa 5.
Colo Colo: A. Orión 4; F. Campos 4, M. Zaldivia 4, J. Insaurralde 5, G. Suazo 4 (84', D. Pérez -); E. Pavez 4, J. Valdés 4; J. Valdivia 3; I. Morales 2 (58', E. Paredes 3), L. Barrios 2, C. Pinares 2 (68', G. Fierro 4). DT: H. Tapia 4.
Goles: 1-0, 28', Fuentes, a placer, tras pivoteo en el segundo palo de Acevedo; 1-1 ,44', Insaurralde resuelve de cabeza tras una serie de rebotes a la salida de un córner.
Árbitro: F. González 4. Amonestó a Cerceda y Acevedo (OH); y a Valdivia, Pinares, Fierro y Pérez (CC).
Estadio El Teniente. Asistieron 9.927 personas.
En cursivas, jugadores juveniles.
El peor Colo Colo de las últimas tres décadas logró salir vivo de Rancagua gracias a un cabezazo de Insaurralde al filo del descanso. Insaurralde, el mismo que había firmado el solitario tanto del triunfo en la última victoria lograda por Colo Colo este año, ante la U, hace casi dos meses. Significativo.
Pudo llevarse algo más, es cierto, el equipo de Héctor Tapia de El Teniente. También algo menos. De manera que al final la paridad terminó por no sentar del todo mal a un equipo que hace tiempo ya pelea por lo mínimo. Y eso es lo preocupante. Porque el resultado, además, aleja a la escuadra popular de sus objetivos mínimos. La Libertadores queda cada vez más lejos e incluso la clasificación a la Sudamericana se complica. Y todo ello porque Colo Colo encadenó su octavo encuentro consecutivo sin ganar, una ominosa racha que no presentaba desde 1987, cuando Tapia tenía 10 años.
Un Tapia que apostó por repetir en Rancagua el mismo dibujo táctico que le había permitido generar cierto volumen ofensivo frente a Unión Española. Y el resultado fue más o menos igual: mucha llegada y ninguna capacidad de definición.
Dos minutos tardó la escuadra alba en estrenar el travesaño de la meta defendida por Pinto, en un testarazo imperial de Zaldivia, y ocho en poner a prueba los reflejos del arquero (notables, por cierto), que voló para enviar al tiro de esquina un violento disparo de Pavez. Con Pajarito Valdés, la gran novedad en la oncena, activo como pocas veces en este segundo semestre, y una línea de presión muy adelantada, Colo Colo desnudó todos los problemas en la salida del Capo de Provincia durante los compases iniciales del compromiso.
No mejoró el conjunto de Marco Antonio Figueroa (invicto, por cierto, desde su llegada a la banca celeste) hasta que Fernández retrasó unos metros su posición, Oroz dio un paso adelante y ambos generadores de juego quedaron alineados. Ahí arrancaron los mejores pasajes de O'Higgins, que consiguió además enviar a la lona a su adversario en su primer remate entre los tres palos. Acevedo pivoteó un tiro libre y Fuentes llegó desde segunda línea para definir en el corazón del área.
El golpe recibido volvió a convertir a Colo Colo en el equipo timorato, plagado de inseguridades, que es desde hace fechas, y con un Pinares demasiado errático, un Valdivia excesivamente apático y un Morales completamente intrascendente, tuvo que aparecer Insaurralde. El espigado central hizo valer su envergadura para ganarle la posición a Calandria y establecer de cabeza el tanto del empate. Una igualdad por centímetros.
Movió su banca Tapia en la segunda mitad ordenando el temprano ingreso de Paredes, pero no hubo caso. El encuentro se volvió tosco y trabado hasta que Barrios, en la última acción del lance, perdonó el gol del triunfo en un clarísimo mano a mano ante Pinto. El maravilloso pase entre líneas de Valdivia, su único número de prestidigitación en Rancagua, merecía, tal vez, otro desenlace, pero a Colo Colo hace tiempo ya que ni la magia le alcanza.