Presión, nervios y poco fútbol. Así se puede resumir lo que sucedió en el estadio La Granja, donde Colo Colo igualó sin goles frente a Curicó, sin cumplir el propósito de mantener la ventaja que tenía hasta antes del historiado triunfo de Universidad Católica en La Serena. El local necesitaba imperiosamente sumar para escapar de la promoción, tomando en cuenta que Universidad de Chile, el equipo que ocupa esa zona, juega mañana en Valparaíso ante O’Higgins, otro equipo complicado con el descenso.

Cuando queda tan poco para que termine el campeonato y la necesidad apremia, el lirismo muchas veces tiende a quedar de lado. En el caso de los albos, la tendencia se viene marcando desde el partido frente a Melipilla, donde el Cacique se encontró con la victoria en el último suspiro, en un encuentro que perfectamente pudo haber perdido, de no ser por la falta de precisión de los jugadores de los Potros.

En la cancha, el elenco dirigido por Damián Muñoz buscó el protagonismo, con un par de remates de distancias, pero sin mucha profundidad, siendo Gabriel Harding el agente más peligroso. Por otro lado, los pupilos de Gustavo Quinteros intentaron ganar metros sin mucha claridad. La ausencia de Gabriel Costa, en la selección peruana, se notó tal como en la fecha anterior. Además, se produjo el debut como titular del venezolan Christian Santos, desplazando a la banca a Javier Parraguez. El jugador llanero tuvo una opción a los 39′, pero su cabezazo se fue desviado. Más allá de eso, fue muy poco lo que el conjunto popular ofreció en la primera parte.

Consciente de que no podía tentar a la suerte como lo hizo ante Melipilla, el conjunto albo salió con una actitud más proactiva en el complemento. Los ataques se cargaron por la izquierda, siendo Pablo Solari la principal carta de ataque. El Pibe luego se cambió a la derecha, pero aun así el problema seguía siendo el poco fútbol. El tridente de Fuentes, Pizarro y Gil cumplió bien en la función de contener, pero no tanto en la generación. Y el mismo Quinteros se dio cuenta, enviando a la cancha a Joan Cruz por Marcos Bolados, de deslucida actuación en la Séptima Región.

Pasaron lo minutos y la movida táctica tampoco surtía efecto. Por el contrario, Curicó estuvo a un paso de abrir la cuenta tras aprovechar una mala salida alba. Felipe Barrientos quedó solo a la entrada del área frente a Omar Carabalí. Sin embargo, definió muy al medio y el reemplazante de Brayan Cortés estuvo muy atento para evitar la caída de su valla.

Los minutos finales fueron una guerra de nervios. De hecho, una mala salida del Cacique permitió que le quedara el balón a Yerson Opazo. Milagrosamente su remate pasó arañando el poste. Las licencias en el fondo colocolino continuaron. A los 76′, Felipe Fritz controló mal cuando se aprestaba a definir.

A los 80′, llegó la polémica de la noche. Un claro agarrón de Jeyson Rojas a Fritz dentro del área no fue cobrado por Roberto Tobar. Otra vez, el árbitro desestimó cualquier insinuación desde el VAR y ni siquiera revisó la jugada, desatando la indignación de las casi 5 mil personas que llegaron al recinto curicano.

A cinco del final, Cruz dejó solo a Solari, pero no logró anotar gracias a la reacción de Ronald de la Fuente y de Fabián Cerda. Fue lo más claro de la visita.

Más allá del ímpetu y de que el local se vio mejor, el encuentro no pasó del 0-0, un resultado que le permite respirar a los maulinos, pero que es pésimo para Colo Colo, que vio cómo su ventaja de cinco puntos de hace menos de un mes quedó en nada después de la polémica de los contactos estrechos y de este empate en Curicó.

A dos fechas del final, el título se estaría definiendo en un partido único ante Universidad Católica, un epílogo impensado hace tres semanas.

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