La tregua a la guerra fría instalada en el camarín de la Roja la pondrá Colombia, precisamente la última víctima del conjunto dirigido por Reinaldo Rueda la pasada Copa América. Un partido, el de esta tarde, en el Rico Pérez de Alicante y a partir de las 13.00 (hora chilena), que llega en el mejor momento posible, tras una última jornada de entrenamiento dominada por un ambiente distendido, pero con mucho mar de fondo.
Marcará el duelo ante el cuadro cafetalero el reencuentro efectivo -tal vez el único posible- en un partido del calendario oficial entre Arturo Vidal y Claudio Bravo, pero también el retorno a las filas de la Selección de otros hombres ilustres de la Generación Dorada, como Fabián Orellana.
Al puzzle del equipo bicampeón de América, de hecho, le faltarán tan solo algunas piezas, como la del liberado Vargas, el ignorado Marcelo Díaz o el lesionado Charles Aránguiz, tildado ayer de insustituible por el propio seleccionador. Una ausencia, la del Príncipe, que obligará a Rueda a acometer profundos cambios en el dibujo y el funcionamiento de un equipo cuya referencia ofensiva será -quizás en otro guiño a los viejos tiempos- Alexis Sánchez.
Y es que tras ensayar con Diego Rubio en punta durante buena parte de la semana, el adiestrador caleño decidió probar ayer, en la última práctica grupal del equipo, con César Pinares dentro de la formación inicial. Una inclusión, la del futbolista cruzado, que deja a Alexis como la única referencia posible en ataque, actuando en una demarcación que gusta tanto al tocopillano (no en vano sigue siendo el máximo goleador chileno de la historia) como al propio Rueda. "Siempre me gustó ahí. Incluso en el Manchester, en unos juegos amistosos que realizó, lo hizo en varias ocasiones extraordinario. Conversé con él y a mí me parece que con la madurez y la trayectoria que tiene, Alexis es una alternativa buenísima. Y si se enrracha y ahora en el Inter logra consolidarse en esa posición, puede ser muy positivo para nosotros. Es una buena alternativa con toda la irregularidad que hemos tenido con Edu, Nico y Felipe", sentenciaba en conferencia de prensa el DT colombiano. Una auténtica declaración de intenciones.
Pero la del atacante del Inter de Milán no será la única variación táctica que presente el equipo, ya que Gary Medel -ratificado, por cierto, como capitán por Rueda- deberá ceder su puesto en el centro de la zaga a Paulo Díaz para formar una dupla de contención en el centro del campo con Pulgar. Una modificación con aroma también a vieja escuela. Orellana, por la derecha, y el consignado Pinares, por la izquierda, acompañarán a Arturo Vidal.
Enfrente estará la renovada Colombia de Carlos Queiroz, sumida en un proceso de transición similar al de la Roja, que comparecerá en Alicante sin James ni Falcao, pero con una de las duplas ofensivas en mejor estado de forma de Sudamérica, la conformada por Luis Muriel y Duván Zapata.
A la última práctica de la Selección previa al duelo de esta tarde en el Rico Pérez, siguió ayer la aguardada conferencia de prensa de Reinaldo Rueda. Una comparecencia de media hora de duración en la que el seleccionador dijo tantas cosas con sus palabras como con sus silencios, desmarcándose abiertamente del conflicto entre Bravo y Vidal y negándose a valorar la intempestiva, confusa y sobre todo innecesaria última actuación del Rey en las redes sociales. O tal vez no tanto, pues su mensaje aparentemente genérico y profundamente valórico sobre el mal uso de estas plataformas y los riesgos de la exposición mediática solo podía tener un destinatario.
"Muy cautos"
"Ustedes saben que yo soy de otra generación, que no soy de redes, que no miro ninguna, pero directa o indirectamente sabe uno que estos muchachos son muy activos en eso. La primera vez que yo me reuní con ellos les dije la responsabilidad social que teníamos y lo que significaba ese medio mal utilizado. Cuando tú sacas el revólver, sacas la pistola y disparas, ese disparo no tiene reversa. Y creo que hay que ser muy cautos y muy equilibrados mentalmente. No tengo más para decir", manifestó escuetamente el DT, antes de volver a referirse a un partido del que hasta ahora se había podido hablar muy poco.