La Copa América 2024 tiene a sus finalistas. Este domingo, en Miami, Argentina y Colombia se enfrentarán para determinar al campeón del torneo de selecciones más antiguo. Los transandinos van por el bicampeonato. Los cafetaleros, por alcanzar la segunda estrella. Este miércoles, el Bank of America Stadium de Charlotte fue el escenario de uno de los mejores partidos que entregó el certamen. Lo más cercano a la Eurocopa que se pudo ver. Una victoria sufrida por 1-0 le dio el boleto a la escuadra de Néstor Lorenzo.
¿Era la verdadera final? Además de los buenos resultados obtenidos, se enfrentaron en semis los dos cuadros que han exhibido el juego más vistoso y atractivo del torneo. A diferencia de la llave entre Argentina y Canadá, en la que el desequilibrio era evidente y el favoritismo estaba nítido, aquí el panorama ofrecía incertidumbre porque cualquiera de los dos podía marcar diferencias. Mientras la Selección Colombia se metió entre los cuatro mejores tras pasarle por arriba a Panamá, Uruguay se exigió el doble para superar en tanda de penales a Brasil, partido que le dejó un saldo desfavorable a Marcelo Bielsa por una serie de bajas (sobre todo en la defensa).
En ese sentido, el entrenador argentino de la Celeste apostó por experimentar en la semifinal. Cambió el dibujo tradicional que ha utilizado por una línea de tres en el fondo, más el apoyo de Manuel Ugarte (el eje) para ser la primera salida. Si bien se notó algo desordenado Uruguay en el inicio del partido, de a poco se fue asentando y metiéndose en el partido. Colombia mantuvo la estructura clásica de la era Lorenzo, con James Rodríguez detrás del centrodelantero y un Luis Díaz punzante como puntero izquierdo.
En el marco de un primer tiempo de alta intensidad, Uruguay pudo perfectamente abrir la cuenta. Si Darwin Núñez andaba con la puntería más fina. El ariete del Liverpool contó con tres opciones para rematar al marco, y en las tres falló. Esta es una de las principales críticas que se le hace al delantero: que desaprovecha la mayoría de las chances que tiene. La primera fue en los 17′, con un tiro que se va desviado por poco. En los 22′ tuvo otro remate. La más clara fue en los 27′, elevando un disparo de frente al arco de Camilo Vargas.
La Celeste se adecuó al esquema y le complicó la existencia a los caribeños, sin embargo un detalle genera un cambio: la salida obligada de Rodrigo Bentancur, por lesión. El trabajo del mediocampo charrúa tenía anulado a James. Pero el volante uruguayo debe salir y el 10 colombiano apareció, con la precisión de su pie zurdo. Una vez más, la pelota parada es la llave para el equipo de Lorenzo. Minuto 39 y los amarillos abren el marcador gracias a un cabezazo de Jefferson Lerma, conectando un córner de James. El meta Rochet queda a mitad de camino en la salida y el balón se le cuela en el primer palo.
En el mejor momento de los cafetaleros, Daniel Muñoz comete una estupidez y se hace expulsar. El lateral derecho más destacado de la Copa, quien ya tenía amarilla, recibe la roja por un evitable golpe a Ugarte. El árbitro mexicano César Ramos ni siquiera va a la pantalla del videoarbitraje para expulsar al colombiano. Todo lo bueno de los primeros 45′ se hipotecaban con la acción de Muñoz.
Colombia debió rearmarse con 10 para el complemento. Lorenzo dispuso un 4-4-1, cediéndole la pelota a Uruguay (terminó con cinco atrás). Bielsa, el adalid del fútbol ofensivo, mandó toda la carne a la parrilla. Hasta quedó con doble 9, con el ingreso de Luis Suárez, suplente de Darwin Núñez en toda la Copa América. En los 71′, el delantero del Inter Miami estrelló un tiro en un poste.
Si el primer tiempo fue intenso y de alto voltaje, la segunda mitad subió de temperatura entre los jugadores, provocando una serie de amonestaciones. Uruguay terminó volcado totalmente en ataque, mientras que Colombia atravesó los pasajes más incómodos del torneo: encajonado en su terreno y con un arquero Vargas soportando los embates. Hasta que finalmente consiguió aguantar.
Luego de 23 años, el seleccionado colombiano se mete en una final de Copa América. Fue en 2001, cuando en casa se coronó campeón por primera y única vez, venciendo a México. Esa misma edición no contó con Argentina, que renunció a participar por la crisis de seguridad en el país organizador. El domingo se enfrentará a la Albiceleste, en un encuentro que promete mucho.