Cómo funciona el fair play financiero en Europa, el arma que sacó a Messi del Barça y que ahora acorrala a Bravo en el Betis
El mecanismo busca controlar los gastos de los clubes, para que no puedan utilizar más dinero del que tienen como ingresos, imponiendo un límite de un 70%.
El Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo continúan con su preparación para enfrentar los próximos desafíos de la temporada en el fútbol español. Claro que en medio de esto, hay un punto que tiene preocupados a los dirigentes del club verdiblanco: el fair play financiero.
Las renovaciones del portero chileno, además de Andrés Guardado y Joaquín tienen al equipo sobrepasando el límite establecido por la UEFA que tiene como objetivo evitar el sobreendeudamiento de los clubes, asegurando su viabilidad en el tiempo.
El mecanismo, a grandes rasgos, busca controlar el gasto de los clubes para que no puedan gastar más dinero del que tienen como ingreso. En el caso de la UEFA, la masa salarial no puede superar el 70% de los ingresos de la institución.
Este fair play se aplica única y exclusivamente a los equipos que participan en las competencias de la UEFA y considera los últimos tres períodos.
Si bien en España hay cuadros que tienen mucho dinero, cuando este dinero sale de los equipos pueden dejar una deuda enorme en las instituciones, así que con esto se busca proteger la viabilidad del club y no hipotecarlo por una o dos temporadas puntuales para contratar jugadores, o bien contratar a un nuevo cuerpo técnico.
Con esto, además, se establecen límites que permiten que los clubes que integran la competencia tengan una mayor igualdad en sus planteles, evitando que instituciones con un alto poder económico puedan desnivelar el torneo al atraer demasiadas figuras a sus filas.
De hecho este fue uno de los puntos que alejaron la continuidad de Lionel Messi en el Barcelona. El alto costo que significaba su renovación implicaba llegar a un 110% de masa salarial, tal como lo reconoció Joan Laporta en su momento.
“Hemos recibido una herencia mala y la masa salarial deportiva representa 110% de los ingresos del club. No tenemos margen salarial. Las normas que rigen LaLiga marcan unas limitaciones y no tenemos margen. Eso lo sabíamos desde que llegamos al club”, indicó.
“Yo no estoy dispuesto a hipotecar los derechos del club por nadie. Tenemos una institución que está por encima de todos, incluso por el mejor jugador del mundo. Le estaremos siempre agradecidos”, explicó.
El caso del Betis
En cuanto a la situación del conjunto dirigido por Manuel Pellegrini, en España aseguran que tiene un conflicto relacionado con la masa salarial del plantel. En ello influyen las renovaciones de Guardado, Joaquín y Claudio Bravo, además de la incorporación de nuevos jugadores, tienen al club por sobre el límite establecido. De esta manera, los verdiblanos deberán vender jugadores para que los gastos caigan y se mantengan por debajo del 70 % de los ingresos.
Según consigna AS, “Guardado, Bravo y Joaquín, que renovaron sus contratos, y las incorporaciones Willian José, Luiz Henrique y Luiz Felipe siguen en el limbo. Sin traspasos de calado y sin ingresos extraordinarios de otras partidas, no hay nada que hacer todavía. La Liga de Fútbol Profesional no admite nuevas inscripciones con el límite salarial fuera de control”.
“Manuel Pellegrini dio luz verde a la continuidad hasta 2023 de tres veteranos de indudable influencia en el vestuario. En marzo, firmó la renovación Guardado; un mes más tarde, el portero Claudio Bravo y a final de temporada Joaquín, de manera inesperada, pero arrollado por la euforia copera. Sorprendió asimismo la renovación de Camarasa, con el detalle caballeroso del Betis al estar lesionado el centrocampista valenciano”, añaden.
Sanciones
En el caso de que el fair play financiero se incumpla, hay una serie de sanciones establecidas, cuya aplicación dependerá de la gravedad de la falta. Estas van desde una simple advertencia, multas, retención de los ingresos obtenidos en competencias de UEFA, prohibición de registrar jugadores o la descalificación de las competencias en curso o de futuras competiciones.
Algunas de las más importantes que se han registrado desde la implementación de este sistema han afectado al Paris Saint Germain y al Manchester City. Ambos clubes hicieron caso omiso a las medidas y en 2014 fueron sancionados con una multa equivalente a los 60 millones de Euros y la limitación para inscribir jugadores.
A su vez, en España, destaca el caso del Málaga que en el año 2013 fue sancionado con la imposibilidad de participar en competencias europeas por las deudas que acumulaba el club. Así, pese a haber recurrido al TAS, el club blanquiazul no pudo participar de la Europa League pese a que había logrado acceder tras terminar sexto en la competencia local de la mano de Manuel Pellegrini antes de que dejara el club.
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