La inmediatez de las comunicaciones en estos tiempos permite reaccionar con rapidez ante cualquier intervención. Basta, de hecho, un par de segundos para hacerlo. Fueron los que se tomó Claudio Bravo para recoger una reflexión a través de Twitter en la que se cuestionaba un comentario de Rafael Olarra respecto de su trayectoria.

El arquero del Betis, quien otra vez no fue considerado por Eduardo Berizzo con miras a los próximos compromisos de las Eliminatorias, es un habitual usuario de la red social. Ahí suele descargar opiniones y, sobre todo, rebatir juicios respecto de sus acciones. Esta vez, le tocó el turno al exdefensor, devenido en comentarista deportivo.

Un viaje de minutos

Tú lo pasas como si fuese sin importancia que se niegue a venir cuando él estime conveniente y no es así, no importan las fechas”, planteó Olarra en el panel del programa en el que participa en ESPN para analizar la ausencia de Bravo en la Roja. “Berizzo puede tener otra opinión. Negarse es complicado, no es cuando tu quieres. La Selección es siempre y eso tiene un valor”, insistió.

Un usuario no tardó en responder la alusión. “¿Cuántos años jugó Olarra en Europa?”, se preguntó. Y se respondió al instante. Sí, 2001-2002. ¿Destacó? No. Se tuvo que devolver”, planteó. “¿Y se atreve a criticar a Claudio Bravo?”, reforzó.

Bravo respondió con una dura estadística respecto de la participación de Olarra en clubes de la primera línea del Viejo Continente. “355 minutos”, en alusión a su paso por el Osasuna, de España. “Como ir de Santiago a Concepción en auto”, remató, en un abierto ninguneo a la trayectoria del ahora exjugador, quien se formó en Audax Italiano y luego militó en la U, Independiente, Universidad Católica, Maccabi Haifa y Unión Española antes de retornar a su club de origen.

No fue la única reflexión en tono burlesco que Bravo le dedicó a Olarra. “Y sin parar en ningún lado”, le replica un usuario de la plataforma. Bravo no deja pasar la oportunidad. “Auto eléctrico, en un Tesla”, sostiene, acompañando la respuesta con un emoticón.

Naturalmente, considerando la mayor relevancia pública que genera, Bravo generó aprobación y aplausos con su abierto ataque al ex defensor.

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