Chile pierde en la primera instancia la denuncia contra Ecuador por la inclusión irregular de Byron Castillo y, hasta ahora, se queda sin Mundial. El baldazo de agua fría se expresa en dos párrafos, de dos líneas cada uno. “La Comisión Disciplinaria de la FIFA desestima todos los cargos en contra de la Federación Ecuatoriana de Fútbol”, consigna el primero. El segundo agrega: “El procedimiento disciplinario de la FIFA iniciado en contra de la Federación Ecuatoriana de Fútbol se declara cerrado mediante la presente”. En el país, el ambiente festivo con que se había abierto la jornada da paso a semblantes adustos. La ilusión de llegar a Qatar aterrizaba abruptamente.

Sin embargo, apenas se conoce la resolución de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la respuesta desde Quilín surge, virtualmente, como un automatismo. “Iremos al TAS”, asegura una fuente del organismo que preside Pablo Milad, apenas minutos después de conocido el dictamen, dando una clara señal respecto de un paso que ya estaba decidido y que se consideraba natural en esta controversia. De hecho, en Peñalolén también se alistaban para un escenario similar si Chile resultaba favorecido y Ecuador o Perú, la parte que la FIFA involucró a última hora, eran, finalmente, los perjudicados por la decisión. “Vamos a esperar la fundamentación de este fallo, que va a orientar la apelación que presentaremos ante la FIFA. Posteriormente, si no hay una solución favorable para nuestro país, vamos a ir al Tas, es un procedimiento natual cuando no se acepta un fallo, con pruebas muy elocuentes, fundamentadas. Vamos a seguir en esa senda. Seguir los procesos normales. Haremos todos los procesos que correspondan... vamos a seguir con la misma convicción. la misma fuerza, hasta el final”, sostuvo, un poco más tarde, la máxima autoridad del fútbol chileno, en la sede del organismo que encabeza.

Plazos y costos

Eduardo Carlezzo, el abogado que lideró la ofensiva chilena y seguirá llevando el caso en las instancias superiores, había dado, incluso, algunas luces respecto de lo que pasaría. “En lo general, si aplicamos los plazos generales de procesos así, probablemente no alcanzaríamos a tener una resolución final antes de noviembre, porque son tres instancias: la Comisión Disciplinaria, la Cámara de Apelaciones y el TAS. Pero aquí estamos frente a una situación que es muy singular. Que es grave por un lado y cuyas consecuencias deportivas también son serias, pues eliminarían a una selección de un Mundial. Entiendo, sí, que se pueden achicar los plazos y eso ya ha pasado en casos anteriores donde se demandó mucha urgencia en la apreciación de las pruebas y en la decisión. Entiendo que es posible que tengamos una resolución, pasando por las tres instancias, antes del Mundial”, había declarado.

Ahora, con la decisión en la mano, el jurista dio cuenta de las formalidades que vienen. La primera, fundamental para la estructuración de la nueva defensa, como sostiene Milad, será conocer los argumentos que sostienen el rechazo a la postura chilena. Luego de eso, se recurrirá a la Cámara de Apelaciones de la FIFA, una instancia obligatoria antes de acudir al TAS. Después de esa sentencia, hay 21 días para elevar los descargos al TAS.

Pablo Milad, en la conferencia en que se dieron a conocer los próximos pasos de Chile para ir al Mundial (Foto: Agenciauno)

De ahí en más, se deben cumplir una serie de formalidades para que el organismo afincado en Lausana, Suiza, exige para la apertura del respectivo expediente. El primero, es económico. El tribunal solicita un adelanto de los honorarios que demandan los tres jueces que asumirán la revisión de los antecedentes y que, en definitiva, resolverán la controversia. El costo es variable y se estima entre los 45 mil dólares y los 90 mil francos suizos, la moneda oficial del organismo. Vale decir, entre los $ 38 millones y los $ 76 millones.

Sin embargo, el gran problema no es el costo, sino los tiempos. Considerando que el Mundial está programado para noviembre, la única opción viable es solicitar un procedimiento abreviado. Ese escenario tampoco es demasiado halagüeño para los intereses chilenos. “En un procedimiento normal, la resolución jamás estará antes del Mundial”, sentencia un abogado chileno que ha litigado en el TAS y que conoce en detalle cómo funciona.

El gran problema

La otra gran dificultad es un elemento clave al momento de analizar la posibilidad de un procedimiento más expedito: la necesidad de contar con el compromiso de la contraparte para solicitarlo. Y, de acuerdo al nivel de molestia y tensión que generó la ofensiva legal chilena en los últimos meses, se ve poco factible que Ecuador tenga la voluntad de llegar a un entendimiento en ese sentido.

“Creemos que quien da la nacionalidad son las autoridades y eso ninguna federación puede cuestionarlas. Entonces, creo que esa es la consideración que se debe haber tomado hoy en la Comisión Disciplinaria de la FIFA. Y no creo que haya otra consideración si es que se decide por parte de la ANFP ir a las otras instancias. El caso no va a cambiar. Así que seguiremos durmiendo tranquilos como federación”, dijo Francisco Egas, el presidente ecuatoriano.

De cualquier forma, si la federación del Guayas no accediera a un procedimiento más expedito, quedaría una última opción que el tribunal adopte una medida cautelar hasta que resuelva el fondo del conflicto. Sin embargo, otra vez según los especialistas consultados por El Deportivo, ese camino se advierte poco viable.

Sigue en El Deportivo