Los ejemplos de Pablo Solari y Alan Saldivia reúnen cualidades parecidas. Ambos llegaron a Colo Colo por recomendaciones. El argentino, por observación directa de colaboradores de Gustavo Quinteros, quienes se lo sugirieron al entrenador en momentos en que el equipo albo necesitaba soluciones para el sector derecho del ataque. El más influyente fue Walter Lemma, uno de los más cercanos al DT. Al uruguayo lo acercó el representante Sebastián Carabalo, quien se lo propuso a Enrique Troncoso, parte del departamento de scouting del club albo.
Tanto el Pibe como el charrúa llegaron a Chile como juveniles. Saldivia, de hecho, integró el equipo de proyección del Cacique. Tardaron poco en demostrar sus cualidades. Solari se transformó en figura del primer equipo y tardó pocos meses en inscribirse para siempre en la historia del club: marcó el gol que evitó el descenso a Primera B en el partido por la permanencia frente a Universidad de Concepción, el 17 de febrero de 2021. Luego, agregó otras notables actuaciones. Terminó yéndose a River Plate en una operación que le dejó US$ 3,2 millones de ganancias al club y la posibilidad de optar a jugosas utilidades si se produce un salto a un medio más poderoso económicamente. El uruguayo dio el salto al primer equipo ante los problemas físicos de Emiliano Amor y la irregularidad de Ramiro González: hoy no se ve opción alguna de que pierda la camiseta. Por cierto, también ha recibido propuesta desde el exterior. Han sido rotundamente descartadas.
El modelo continúa
La apuesta alba por juveniles formados en clubes extranjeros se mantiene. Esta semana, de hecho, los albos reclutaron a dos. Mientras la atención mayoritaria estaba puesta en el choque frente a Cerro Porteño, entre las canchas de entrenamiento y las oficinas del club se producían movimientos. En esos espacios se decidió darle una opción a Bautista Giannoni, centrodelantero trasandino que en junio cumplirá 19 años. La mayor parte de su formación la realizó en el Club Atlético Liniers.
Desde esa entidad, dio el salto a Estudiantes de La Plata, el club del que es hincha, como todo su núcleo familiar. El sueño de jugar por el primer equipo no resultó. El bahiense quedó libre en 2023. En febrero de este año, se sometió a una prueba por 12 días, en la que logró convencer al staff del Fútbol Joven del Cacique, que encabeza el argentino Ariel Paolorossi. La misión resultó exitosa. En su perfil en Instagram, de hecho, el incipiente futbolista reluce su condición de jugador de @colocolofutboljoven.
La propuesta clave
Giannoni no llega solo. Su arribo de suma al del también delantero Fidel Tourn. Como el primero, también superó una prueba futbolística en febrero. A los 17 años, está en el momento justo para el despegue. Formado en River Plate, sus condiciones llamaron la atención de otro grande del fútbol transandino: San Lorenzo.
En los Gauchos de Boedo había superado todas las vallas, pero el Cacique tomó ventaja por un aspecto clave. Lo reveló apenas concretó su llegada a Colo Colo. “Surgió todo rápido, en dos o tres días. La última semana de enero había vuelto a San Lorenzo, porque había ido en noviembre y me había ido bien, pero me querían ver otra vez en enero. Volví a quedar, tenía todo para arrancar allá, pero no me daban pensión. Averiguamos sobre una que el club recomendaba, pero cuando pasaron el presupuesto era un gasto muy grande para mi familia”, comentó en el programa Sin VAR, de Youtube. Después, elogió las comodidades que reciben los juveniles del Cacique en la Casa Alba.
“También estaba esto de Colo Colo. No habíamos dicho que sí por San Lorenzo, pero cuando eso no resultó, lo pensé y le dije a mi viejo que quería hacer la experiencia de ir a probarme por 10 días a Chile. Viajé el 10 de febrero. Recuerdo que un jueves estaba entrenando en La Armonía y me llamó mi mamá. Me dijo que tenía que hacer las maletas para viajar a Santiago”, reforzó Tourn.