No hay deportes, ni fútbol profesional, ni menos pichangas. Así han pasado estos días para el país. Sin torneos, con pocos entrenamientos… La explosión social de Chile permeó también en esta esfera. El Centro de Entrenamiento Olímpicos es quizás el único recinto en Santiago donde los entrenamientos han continuado igual, aunque con restricción horaria. El toque de queda atemoriza.

Todo se ha visto notoriamente afectado. Un mundial de karate con más de 1.400 deportistas en competencia se desarrolla a puertas cerradas en el Polideportivo del Estadio Nacional; el Sudamericano Sub 17 de básquetbol debió ser suspendido; la gira Cosat de tenis también fue desechada con su fecha en Chile; las actividades de Calles Abiertas por las comunas de Santiago suspendidas y todas las actividades deportivas federadas del CEO también debieron mofdificarse. Lo mismo ocurrió con todas las ligas amateur, donde muchos amigos no han podido reunirse a jugar una pichanga nocturna a causa del toque de queda, salvo las que se arman casualmente junto a una barricada o el barrio.

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Una de las pichangas de ayer, durante un corte de calle en la Alameda.[/caption]

Pero la gente no deja de moverse. Aunque el deporte federado se ve trastocado en su programación, los miles de corredores aficionados siguen entrenándose. Común es ver en cada protesta a distintos manifestantes vestidos como si estuvieran entrenando. Entre el caos, el ruido de los cacerolazos y los autos se mueven muchos. Mauricio Sepúlveda (28), un runner que se dirige desde  corriendo desde el Museo de Bellas Artes a Plaza Italia, dice que su idea era llegar hasta la zona de protestas y luego regresaría. "No puedo quedarme encerrado en la casa, me estreso mucho y con lo que está pasando como que uno se pone más ansioso", explica.

De hecho, los clubes de running han suspendido sus actividades y salvo la Corrida por Chile convocada el martes en la Plaza de la Ciudadanía, no hay nada para ellos. "Todos los clubes entrenamos en el horario que era el toque de queda (20.00 hasta el lunes), por lo que no podemos citar a nuestros socios. Sí les enviamos sus planificaciones, para que cada uno entrene en casa", explica Pablo González, head coach de los Road Runners. Como ellos, la mayoría de los clubes adoptaron la misma medida.

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Álvaro Garrido y Claudio Venegas, dos ciclistas que entrenaban ayer durante las manifestaciones.[/caption]

Quizás los que más se han visto en la calle durante los últimos siete días son los ciclistas. A causa de los problemas de movilización, es el método de transporte que más ha crecido. Francisca Montané (24) es una corredora de mountain bike aficionada del sector suroriente de la capital. Compite en las distintas carreras que se realizan para aficionados y se ha dedicado a no abandonar su rutina estas semana. "Igual he hecho deporte, aunque solo en la bicicleta. He visto un poco afectada mi rutina porque los gimnasios están cerrados, pero igual entreno haciendo ejercicios con mi peso corporal", explica.

Muchos hacen lo mismo. Álvaro Garrido (29) es sociólogo y es uno de los miles de ciclistas que transitan en estos días por la capital. Junto a su amigo, Claudio Venegas (28), han pedaleado desde San Pablo a la Plaza Baquedano. "Es lo más cómodo y tomar micros  al final de la protesta está muy difícil", dicen. Ambos se entrenan con regularidad, con gimnasio y bicicleta, pero ante la situación no han podido entrenar en gimnasios. "Se ve mucha menos gente haciendo deporte, pero igual la gente sale a hacer algo diariamente, a pesar de todo", explican.

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Un grupo realizando una sesión de yoga en el Parque Forestal, justo al momento en que miles corrían por los alrededores de Plaza Italia.[/caption]

Pero dentro de las manifestaciones también hay deporte. Ayer, en la Alameda, justo frente al cerro Santa Lucía, se disputó una improvisada pichanga entre los manifestantes. Y cerca, en el Parque Forestal, mientras Carabineros reprimía las manifestaciones con gases lacrimógenos y el carro lanza aguas, un grupo realizaba una inusual clase de Yoga, justo a metros de dónde todos corrían.

Así se viven estos días. Aunque el deporte está viéndose vulnerado, muchos siguen moviéndose. Ya sea en casa o en la calle, eso sí, hasta antes del toque de queda.