Coquimbo Unido visitará a Racing en el estadio Presidente Perón, la denominación oficial del escenario que es popularmente conocido como el Cilindro de Avellaneda. Los piratas buscarán escalar en la tabla de posiciones del grupo H de la Copa Sudamericana, en el que ocupan el tercer puesto, con cuatro unidades, cinco menos que el equipo transandino, que lidera el lote junto al Bragantino, de Brasil.
La escuadra de Fernando Díaz (aunque la enfermedad del estratega tiene a su ayudante, Esteban González, ejerciendo la función en el campo de juego) se medirá con un rival de jerarquía, en un escenario que, además, se presume que tendrá un imponente marco: el recinto tiene capacidad para 41.900 espectadores.
Seguridad total
En Argentina, como en Chile, la violencia en los estadios es una materia que inquieta. En ese sentido, las autoridades locales han establecido una serie de exigencias, que tienen que ver con la naturaleza del compromiso. El de los piratas es internacional, lo que le exigirá al club transandino un dispositivo extremo, comparable con el que se desarrolla en los clásicos del fútbol del país vecino.
Para hacerse una idea, basta mencionar el alto contingente que se abocará a las labores de control. “Contará con participación aproximada de 650 efectivos Policía de la provincia de Buenos Aires, 120 agentes de seguridad privada, y 200 trabajadores de Utedyc”, describe el sitio Aire Digital.
Las puertas del estadio se abrirán a las 16 horas locales (una hora menos en Chile), en una muestra de la intención de favorecer un ingreso ordenado. Se realizará un exhaustivo control del ejercicio del Derecho de Admisión, en el marco del programa Tribuna Segura.
El pedido
La Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte) viene realizando campañas para evitar los actos discriminatorios, una materia a la que la Conmebol y la FIFA también le dedican especial atención. El trabajo se ha enfatizado con motivo de los compromisos internacionales que han tenido que afrontar los equipos argentinos. Las sanciones a quienes incurran en este tipo de actos son enérgicas: van desde la prohibición de asistir a espectáculos deportivos hasta penas de prisión que fluctúan entre un mes y tres años.
Naturalmente, también está prohibido el ingreso de elementos contundentes y banderas que excedan el tamaño autorizado. También, el uso de máscaras o elementos que impidan la identificación del rostro.