Con asesoría española: la estrategia de Colo Colo para defenderse en la Conmebol tras la fatal jornada en el Monumental
Los albos tienen hasta el lunes para elaborar la argumentación que elevarán a la Unidad Disciplinaria de la Conmebol por los graves actos en el partido frente a Fortaleza. El Cacique ingresó una apelación a las medidas provisionales que adoptó el ente rector del fútbol sudamericano.

Colo Colo está contra la pared. Los albos temen duras sanciones después de los graves incidentes que se produjeron en el partido frente a Fortaleza, por la Copa Libertadores. Por lo pronto, el Cacique recibió una medida provisional, que, en rigor, es el primer castigo: no podrá recibir público en sus próximos encuentros como anfitrión, frente a Racing y Atlético Bucaramanga. Apenas podrán ingresar los oficiales, jugadores, cuerpos técnicos, colaboradores indispensables y los medios de comunicación. Los que vienen se prevén lapidarios.
En Macul ingresaron una apelación a la determinación transitoria, algo así como una medida cautelar en el sistema jurídico chileno. "SUSPENDER PROVISIONALMENTE el ingreso de aficionados a los próximos encuentros que dispute el CLUB SOCIAL Y DEPORTIVO COLO COLO en condición de local en competiciones organizadas por la CONMEBOL", consigna. El trámite se realizó este lunes, aunque las probabilidades de éxito son escasísimas.
Identificación de los responsables y asesoría extranjera: la estrategia de Colo Colo para defenderse en la Conmebol
El gran desafío para el equipo jurídico de los albos está puesto en lo que debe ocurrir el lunes 21. Hasta ese día rige el plazo para presentar los descargos relativos a la bochornosa -y dolorosa- jornada en que terminó transformándose el duelo ante los brasileños, en el primer encuentro del equipo que dirige Jorge Almirón como dueño de casa en la actual versión del torneo de clubes más importante a nivel continental.
A ese día, Colo Colo debe llegar con una propuesta lo más sólida posible. Hay varios fantasmas dando vueltas. El que más asusta es el que está contenido en el punto 5.1.13 del Manual de Clubes. “La Comisión Disciplinaria de la Conmebol determinará el monto de los daños ocasionados o los perjuicios financieros después de considerar las circunstancias de cada caso en particular y las pruebas disponible”, explica. Agrega el peor escenario posible: “El club en cuestión puede ser descalificado de los próximos torneos organizados por la Conmebol. La Conmebol tomará futuras medidas según corresponda, como la suspensión del club de cualquier otra competición de la Conmebol”.
El partido fue ‘cancelado’, un escenario que también prevé el numeral 5.11.4 del mismo manual. “En los casos en que la interrupción fuera imputable a los clubes o a las personas por las que estos puedan ser responsables reglamentaria o disciplinariamente, se aplicará lo previsto en el Código Disciplinario, además de pagar todos los costos de la reanudación del encuentro”. sostiene.
Hay otra disposición igualmente lapidaria. El artículo 8º del Reglamento Disciplinario de la Conmebol amplía la responsabilidad de los clubes a lo que suceda fuera de los recintos deportivos. “Las Asociaciones Miembro y clubes son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores. Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que de cualquier naturaleza pudieran suceder, encontrándose por ello expuestos a la imposición de las sanciones disciplinarias y cumplimiento de las órdenes e instrucciones que pudieran adoptarse por los órganos judiciales”, consigna en el punto 2.
Pruebas y refuerzos
El Cacique concentra todos sus esfuerzos en la identificación de los violentistas que ingresaron al campo de juego, el elemento más notorio dentro de los desbordes que se produjeron antes y durante el partido. Los últimos obligaron a que los jugadores de Fortaleza abandonaran la cancha en una desesperada carrera, aunque ahí radica uno de los antecedentes que puede funcionar como parte de la defensa del club popular: ningún miembro de la delegación brasileña sufrió agresiones. De hecho, evitar esos encontrones fue la primera reacción que tuvieron jugadores del Cacique, como Brayan Cortés y Emiliano Amor, quienes se interpusieron entre los fanáticos mientras el equipo de Ceará corría hacia los vestuarios, arriesgando su integridad.
En ese plano se sitúa una de las situaciones que llama la atención en el ente rector del fútbol sudamericano: Chile es el único país del subcontinente en que la policía no se ubica permanentemente en el interior de los estadios, aunque puede ingresar en la eventualidad de que se produzcan incidentes. De hecho, quienes tuvieron que intentar contener a los violentistas, además del desesperado intento de los jugadores, fueron los guardias tácticos. Los denominados ‘robocops’.

Los albos juntan pruebas. De hecho, a través de las imágenes, que el fin de semana fueron revisadas por la dirigencia que encabeza Aníbal Mosa y este lunes también fueron puestas a disposición de la PDI, ya han logrado la individualización de 12 sujetos. El objetivo es llegar a Luque con las identidades de la treintena de violentistas que invadieron el campo de juego. El Cacique se apoya en el trabajo de una firma que había contratado hace pocas semanas, precisamente para profundizar en el trabajo del reconocimiento facial. Al margen de la presentación ante la entidad que preside Alejandro Domínguez, la identificación va aparejada a otra medida: la ofensiva judicial. El club se querellará contra todos los invasores que logre identificar. Esa información también se adjuntará en la presentación que se realice en la Conmebol. Por cierto, también hay registros de lo que aconteció en las inmediaciones del reducto, con los peores resultados.
El Cacique contrató asesoría internacional. Un estudio jurídico español, del que se guardan celosamente las señales, está participando en la elaboración de la estrategia. La misión fue encargada por el directorio de Blanco y Negro.
Reincidencia y cartel
La tarea asoma compleja. Además de la gravedad de los acontecimientos de la semana pasada, contra el club popular pesan antecedentes complejos. En 2022, de hecho, se produjeron avalanchas y turbazos en la antesala el partido frente a River Plate, por el mismo torneo. Hay otro encuentro en el Monumental en que también hubo líos: ante Monagas, por la Copa del año siguiente. En ese torneo, tuvieron que recibir con aforo reducido a Boca Juniors, con el evidente perjuicio económico.
La Garra Blanca también dejó su peor huella en Buenos Aires, con motivo del partido frente a Boca Juniors, en la edición anterior del certamen. Brasil también ha sabido de la peligrosidad de la facción más radical de la hinchada del club albo.
Ese prontuario, que para la Conmebol se ha transformado en argumentos suficientes como para poner a la hinchada alba en una suerte de ‘lista negra’, echa por tierra la posibilidad de apelar a un atenuante que habría contribuido a disminuir las casi seguras y drásticas sanciones: la irreprochable conducta anterior. “No hay por dónde”, se lamentan en Pedrero. La conclusión es categórica: “Es la peor barra que hay”.
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