La histórica camiseta con la que Leonel Herrera marcó el último gol de la campaña que le dio a Colo Colo el título de la Copa Libertadores en 1991 tiene nuevo dueño. Dreams Auctions, la firma de subastas que la puso en el mercado, dio por cerrado el proceso con un rótulo concreto: vendido.
La emblemática prenda, que fue asignada con el lote 75 durante el proceso, se remató este sábado. Había permanecido durante 15 años en el museo que el Cacique mantiene en el interior del estadio Monumental, desde donde fue retirada por el propio Herrera para dar inicio al proceso, en el que tenía un precio de salida de US$ 30 mil. Se vendió, finalmente, en US$ 35 mil. Se la adjudicó un coleccionista sudamericano, quien asumió el compromiso de exponerla cuatro veces al año en espacios a los que puedan acceder los colocolinos. “Estamos muy satisfechos. Es la prenda más cara de una subasta en Chile y una de las tres en Sudamérica. Era tarea nuestra como cuidadores del patrimonio”, declaró Alejandro Burgos, socio de Dreams Auctions.
La justificación
Herrera le había explicado a El Deportivo las razones para adoptar la decisión, primero, de retirar la prenda desde el museo albo y, luego, de ofrecerla públicamente. “Lo hago principalmente porque la tuve en el museo alrededor de 15 años. Se la pasé a Colo Colo con todo el cariño del mundo, para que la gente pudiera apreciarla. Nunca recibí ningún tipo de retribución. El trato lo hice con Sabino Aguad, por un tema de amistad. Después, nunca tuve un acercamiento con el club”, confesó. “Hace mucho tiempo me habían hablado de museos, de distintas partes. Me contacté con Colo Colo, se los comenté, les dije que lo correcto era que quedara en el club”, insistió.
“Me dijeron que tenían ganas de que siguiera ahí, pero no hubo ofrecimiento alguno. A mi me interesa que la camiseta quede visible, en algún lugar donde la gente pueda verla. Me contactaron del Legends. Acá en Chile, del Museo de la Moda. La idea es que quede visible, que la puedan seguir viendo, pero que le den algún tipo de valor. En Colo Colo no encontré respuesta, lo que me parece válido, pero si se las tuve 15 años sin costo, también es el momento de que alguien que se lo dé pueda quedársela. También está la opción de que no pase. Si no hay un interesado que le tome el valor histórico que tiene, tampoco me interesa soltarla”, profundizó el exdelantero, respecto de sus motivaciones.
“No es por un tema de apuro. Yo le planteé a Colo Colo sentarse a conversar. Dijeron que no estaban en condiciones. El monto no lo voy a comentar. Ni siquiera llegamos a hablar de plata. No hubo ofertas ni contraofertas. No pasa por eso. La prueba es que la tuve 15 años en el club a cambio de nada. Ni de una invitación para ir a verla”, precisó, para mayor abundamiento.
La polémica
La decisión de Herrera generó amplia controversia. El más enfático opositor a la idea fue Gabriel Mendoza, ex compañero y amigo del exdelantero. “Me contó. Le dije que estaba cagado de mate. Se lo dije. Uno no se puede meter en las cosas personales. Me imagino que debe tener buenas razones. Lo que digo es que esa camiseta no tiene precio, no tiene un valor tangible. Es simbólica”, declaró el Coca a El Deportivo.
Luis Pérez, el otro goleador en la histórica e involvidable jornada, también fijó su postura. “La guardo, no la remato. No la subastaría por nada del mundo. Hoy, no. No sé si más adelante. Uno nunca puede decir que no”, dijo respecto de la conservación de la pieza con la que marcó los dos goles iniciales en la victoria sobre el equipo de Luis Cubilla. ““Me enteré de que la camiseta la había retirado, pero no sabía que era para una subasta. Menos sé por qué lo hace. Pensé que quería tenerla en su casa. Como digo, cada uno puede hacer lo que quiera con su patrimonio. Yo no lo haría. No tengo esa necesidad. Espero que no la tenga”, reforzó el héroe de la jornada más recordada por los colocolinos.