Hernán Galíndez sigue siendo tema en la Universidad de Chile. El arquero, que estuvo apenas un semestre en 2022 en los azules, nunca logró convencer en el puesto y acabó siendo transferido al Aucas de Ecuador. Casi dos años después, los estudiantiles continúan sin recibir todo el dinero de este traspaso, por lo que tomaron drásticas medidas y denunciaron la situación ante la FIFA.
El equipo de Quito debe específicamente una cuota, la que alcanza los 56 mil dólares. Ahora las consecuencias de esta deuda no son menores para el elenco ecuatoriano, ya que actualmente fueron sancionados con una prohibición de realizar fichajes en los próximos tres mercados, según consigna el sitio del ente rector del fútbol mundial.
“Mi mayor miedo era perderme la oportunidad de ir al Mundial”
El paso del integrante de La Tri por nuestro país no será recordado con cariño, tanto por los hinchas como por el propio Galíndez. Llegó en enero de 2022 de la mano del recién asumido DT Santiago Escobar. Tenía la misión de reemplazar en el pórtico a Fernando De Paul, hoy en Colo Colo. Sin embargo, el nacido en Rosario no convenció y jugó apenas 14 partidos antes de su salida.
Su estadía en Chile fue justo en la previa al Mundial de Qatar 2022, cuando la ANFP denunció el caso de Byron Castillo. En ese lapso, Galíndez acusó hostigamientos hacia su familia: “Tuve algunas amenazas y unos mensajes que recibió mi mujer que nos tenían muy incómodos. Decidí volver a Ecuador y mientras estaba negociando con Aucas, entrené aparte del grupo de jugadores de la U”, dijo.
Claro que más tarde, en noviembre de ese año, reconoció que su principal objetivo era salir del CDA para llegar con buen ritmo a la cita en Qatar: “Mi mayor miedo, más allá de las cuestiones personales que pasaron en Chile, era perderme la oportunidad de ir al Mundial, cosa que no me hubiese permitido nunca”, comentó al periódico argentino Olé.
El guardameta actualmente tiene 37 años y ya hasta se marchó del fútbol ecuatoriano. Ahora defiende el arco de Huracán de Argentina.