El fútbol sudamericano se sigue despidiendo de sus grandes figuras. Luego de que Claudio Bravo anunciara su retiro de la Selección Chilena y Ángel Di María dijera adiós de la Albiceleste en el duelo ante La Roja, fue el turno de Luis Suárez para dar un paso al costado del combinado uruguayo en el choque que acabó en un 0-0 frente a Paraguay.
Sin embargo, más allá de la emoción que despertó la última actuación del mítico centrodelantero en el equipo al mando de Marcelo Bielsa, una situación ligada a la Conmebol se llevó gran parte de las miradas. Alejandro Domínguez, presidente del ente rector del balompié continental, no estuvo presente en la despedida de “Luisito”, pese a que tan solo el día jueves, había participado del homenaje realizado a Ángel Di María en el Estadio Monumental de River Plate.
¿Desaire a Uruguay?
La Selección Uruguaya de Fútbol igualó sin goles ante el elenco paraguayo en una nueva fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo 2026. En un duelo con pocas emociones dentro del terreno de juego y caracterizado por la férrea fortaleza defensiva que desplegaron ambas escuadras, lo más llamativo resultó ser el emotivo discurso de Luis Suárez en su despida.
Rodeado de su familia, amigos y excompañeros, el Pistolero se marchó por la puerta grande: cuarto lugar en Sudáfrica 2010, campeón de la Copa América 2011 y máximo goleador histórico con 69 tantos. No obstante, sus logros parecieron no ser suficientes para la presencia de Alejandro Domínguez.
El criticado presidente de la Conmebol no se presentó a la despedida realizada en el Estadio Centenario de Montevideo y, en su lugar, envió a Nery Pumpido como representante del organismo. La controversia principal se debe a que Domínguez había estado 24 horas antes en Buenos Aires, entregando sus felicitaciones al Fideo Di María en el choque frente a Chile. Además, el mandamás tampoco formó parte del funeral de Juan Izquierdo, futbolista fallecido por un paro cardíaco en el marco del partido entre Nacional y Sao Paulo por Copa Libertadores.
Según apuntaron los medios charrúas, la actitud del dirigente se debe a la tensión que existe entre la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Conmebol tras los violentos incidentes provocados por los jugadores celestes en el cotejo entre Colombia y Uruguay en la Copa América 2024, que derivaron en la suspensión de Darwin Núñez y Rodrigo Bentancur.
Con este nuevo desaire, Domínguez y el ente rector del balompié sudamericano vuelven a quedar en tela de juicio por su supuesta actitud de favoritismo con la AFA y desinterés con el resto de federaciones del continente. En redes sociales, las críticas fueron múltiples y poco amigables.