Con dudas en lo futbolístico, reproches y alegría final: seguimiento al retorno de Arturo Vidal a una fase grupal con Colo Colo tras 17 años
Con el recuerdo de la Libertadores 2007, cuando despegaba su carrera, el King regresó a disputar una ronda de grupos de la Copa con el Cacique. Más allá del desahogo de la victoria sobre Cerro Porteño, no tuvo su mejor presentación. Su falta de rodaje se evidenció estadísticamente, por ejemplo, en una numerosa cantidad de posesiones perdidas.
El agónico zurdazo de Lucas Cepeda, que se metió en la portería de Cerro Porteño, le dio un sufrido triunfo a Colo Colo en el estreno del grupo A de la Copa Libertadores. Si bien el desempeño general del Cacique dejó más dudas que certezas, lo concreto es que una victoria sobre el rival directo por un lugar en los octavos de final (a priori) siempre es importante. El exjugador de Santiago Wanderers, quien se vistió como salvador de una noche en la que estaba instalada la amargura, ingresó en los 85 minutos por Arturo Vidal.
El King era uno de los protagonistas de la jornada porque volvió a la estelaridad. El cuerpo técnico determinó cuidar al “buque insignia” de la plantilla 2024 en el Torneo Nacional pensando en el desafío copero, que implica una exigencia mayor. Además, había un significado especial porque se trataba del retorno del bicampeón de América a disputar una fase grupal de Copa con el club popular después de 17 años. Más allá de haber jugado las fases previas ante Godoy Cruz y Sportivo Trinidense, respectivamente, estar entre los 32 selectos que están en los grupos de la Libertadores es distinto.
Se trata de momentos diferentes. Hoy, el futbolista está en las postrimerías de una prolífica carrera y concretó su anhelo de retornar al Cacique, con la obsesión de pelear a nivel internacional. En 2007, era otra historia. Con Claudio Borghi en la banca, Vidal estaba iniciando su camino en el fútbol (jugando más como defensor), antes de dar el salto inicial hacia Europa en el Bayer Leverkusen. Colo Colo ganó el grupo 6 de aquella edición, superando a Caracas, Liga de Quito y River Plate. Los Millonarios quedaron eliminados, en el último lugar de la zona. Los colocolinos se encontraron en octavos con el América de México y ahí se acabó su expedición en la cita continental.
El King fue uno de los que más disfrutó la victoria en el último minuto. Ya en el banco de suplentes, vivió eufórico el desenlace del partido y el gol de Cepeda, incluso metiéndose en la cancha para festejar y abrazándose con el resto de la banca y el DT Almirón. Cruzó la cancha para celebrar. “Muy feliz, un sueño volver y ganar así, se me hizo realidad este sueño. Sabíamos como son los paraguayos cuando están de visita. De verdad que estoy muy contento”, declaró tras el encuentro.
Además, destacó el trabajo que hizo con el cuerpo médico para llegar al encuentro: “Fue en tiempo récord lo que hicimos con Wilson (Ferrada). Hoy me falta un poco más de juego, pero físicamente me sentí bien, terminé sin dolores, eso me tiene muy contento”.
El propio futbolista reconoció que le falta en el juego. En efecto, no solo las sensaciones que dejó su desempeño dieron cuenta de una reaparición tibia. Las estadísticas reafirman esta idea. De interior por la derecha, acompañó en el medio a Pavez y Gil, y se notó desconectado, con escaso fiato con el Colorado. No logró contribuir a que el mediocampo albo se impusiera ante la pareja de volantes centrales de Cerro Porteño (Morel y Piris da Motta), que marcaron el equilibrio casi los 90′.
El exjugador del Barcelona vivió el enfrentamiento a tope. Desde el minuto uno mostró su carácter, recriminando cuando las cosas no resultaban. No escondió su molestia cuando las pelotas no le llegaban o cuando los centros de sus compañeros no llegaban a buen puerto. Fue una tónica durante los 90 minutos. Ni siquiera el haber sido sustituido cambió esa actitud del King, quien desde la banca siguió mostrando toda su personalidad. Sufrió y festejó al borde de la cancha.
En los 85 minutos que jugó registró, según los datos de Sofascore: 66 toques, un 78% de pases acertados (43/55), ningún pase clave, cero remates y tres de seis balones largos completados. Donde se puede marcar su escasa influencia dice relación con el ítem de los duelos ganados: dos de cinco a ras de campo; y dos de cuatro aéreos. Además, sumó 15 posesiones perdidas. De la oncena titular que salió ante los paraguayos, fue el segundo con más pérdidas de balón, con la misma cantidad que Cristián Zavala. Se ubicó detrás de Leonardo Gil y Guillermo Paiva, cada uno con 21 perdidas.
Lo que pase en la cancha con una figura como Arturo Vidal también puede repercutir, si el técnico así lo considera, en la Selección. El futbolista fue una de las grandes ausencias en la primera nómina de Ricardo Gareca, para los amistosos en Europa. La explicación oficial radica en su momento físico y futbolístico. Si bien el Tigre no ha descartado a nadie en la consideración de la Roja, de cara a los desafíos venideros (Copa América y Eliminatorias), el King se juega permanecer en el seleccionado nacional.
Ahora, la interrogante radica en conocer si Almirón dosificará el fin de semana ante Ñublense, pensando en la visita del martes al Fluminense, que empató 1-1 con Alianza Lima, en Perú, y si Vidal entra en la hipotética lista de reservados para el viaje a Río de Janeiro.
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