“Nunca te duermas sin un sueño ni te despiertes sin un motivo”. El reflexivo mensaje que publica Lucas Assadi en su cuenta de Instagram confirma que el joven volante no lo está pasando bien en Universidad de Chile.
El gran proyecto que tienen los azules en sus filas se ha ido diluyendo con el correr del Campeonato Chileno. Lejos de tomar el protagonismo que requería su talento, se fue apagando con el andar de un equipo que ha sabido ser puntero e invicto en la justa local.
De hecho, para Assadi todo ha ido cuesta abajo. Pese a ser titular en el primer juego de los estudiantiles ante Audax Italiano, no logró convencer con su rendimiento. Una lesión lo sacó del siguiente compromiso ante Deportes Copiapó. De ahí en adelante, su protagonismo fue cada vez menor.
Por lo mismo, y por primera vez, su técnico -Gustavo Álvarez- sale en su defensa. “Hace poco más de un año llegué a Huachipato y había un ‘10′ cuestionado, clasificado como intermitente, discontinúo y se pedía su salida del club... Conservé a ese jugador, me pareció muy útil y cuando lo vi entrenando, pensé ‘es diferente’. Hablé con él y le dije todo lo bueno que tenía y todo lo que debía corregir, para completarse... De cuestionado pasó a ser la figura del equipo, entre los mejores de la primera rueda y luego transferido”, fue el largo relato -y defensa- del estratega argentino en aquella oportunidad.
Lo cierto es que Gustavo Álvarez busca recuperar la mejor versión de Lucas Assadi con un trabajo similar al que utilizó con Javier Altamirano. El volante, quien hoy se recupera en Argentina tras haber sufrido una trombosis cerebral, fue transferido a Estudiantes. Ha reforzado las charlas individuales con el futbolista y le ha pedido a la sicóloga que le ponga atención. Busca hacerlo sentir importante, más allá que hoy no sea considerado en el equipo titular.
El presente del volante azul no es alentador. No logra volver a ser un indiscutible en la oncena laica. Incluso, tras el Superclásico, se aseguró que no tenía buena relación con sus compañeros del plantel por su personalidad. Dichos que fueron desmentidos categóricamente por Maximiliano Guerrero, el cual pone fin a la incipiente controversia. “No sé de dónde habrá salido eso, pero yo creo que es falso porque nosotros convivimos todos los días con él. Es importante para nosotros dentro y fuera de la cancha”, aseguraba en ese entonces el delantero.
La maldición del virus
La citación a la selección chilena a la gira de Ricardo Gareca por Europa pareció ser un envión anímico para el veinteañero. Y si bien no jugó en los duelos frente a Albania y Francia, compartir con sus ídolos nacionales le dieron un nuevo aire de cara a los desafíos que se le avecinaban.
Las malas noticias, sin embargo, volvieron a aparecer y un virus estomacal lo sacó del duelo ante Cobreloa en Calama. En abril, el equipo logró una regularidad y Assadi no logró encajar. Además, tampoco cuaja en el puesto que Álvarez le tiene reservado.
“Lucas es un mediapunta y se puede transformar en enganche. Los jugadores son lo que hacen, pero sobre todo lo que sienten y Lucas siente la terminación de la jugada y el gol. El armado del juego y la asistencia, se le puede mejorar, porque no es un enganche nato”, describe el oriundo de Lomas de Zamora.
Por eso no es extraño que el deportista haya dicho presente en solo cuatro juegos de las nueve fechas jugadas y sólo sume 114 minutos. Tampoco lo es que haya perdido la chispa que presentaba en los primeros meses de este año, donde compartía con todo el personal del CDA con una sonrisa. Hoy sus cercanos afirman que ha tenido “bajones” propios de un joven que quiere brillar y no puede, pero que se enfoca en su trabajo y se refugia en su círculo íntimo (familia y novia).
En tanto, Álvarez sabe que el 10 azul tiene potencial y lo lleva con cierta preferencia. “Es injusto que transformemos las expectativas en exigencia”, es el lema que usa cuando se le pregunta por Assadi. La directiva de Azul Azul confía plenamente en su criterio.
“La mayor parte de mi carrera fue como formador y conozco de la evolución de los jugadores. Es del 2004, supongo que alguno tiene hijos de esa edad, yo sí, y les pregunto como padres: ¿los exigen o los apoyan y acompañan? No siento que con Lucas se haga eso, porque no se le acompaña y se le critica”, insiste el DT.
Sin embargo, Lucas Assadi sólo ha entregado chispazos de su habilidad en la Roja Sub 23, a comienzos de año. Su problema es que no logra consolidarse como titular bajo ninguna dirección técnica y hoy trabaja su cabeza para dejar de ser promesa y convertirse en realidad.