Ñublense está aproximadamente a un mes de comenzar su aventura en la Copa Libertadores. Al quedar segundos en el Campeonato pasado, los chillanejos obtuvieron un cupo directo a la fase grupal. Eso sí, un problema que ha estado presente en el club es el estado del Nelson Oyarzún, reducto en el que los Diablos Rojos hacen de local. El recinto no estaría en las condiciones requeridas para albergar un evento con dicha relevancia, es por esto que el Municipio tomó cartas en el asunto.
Y es que la situación no es menor, pues el mismo director técnico del equipo, Jaime García, se mostró enfadado por el estado de la cancha e incluso dejó en duda su continuidad en el club. “Uno espera respeto. A veces hay momentos que uno tiene que culminar sus proyectos bien y creo que este es el año. (...) Así como yo he criticado otras canchas, para una Copa Libertadores, si tú me preguntas ahora, no está” expresó en conferencia de prensa.
“Solo pido lo que tiene que ser una cancha” agregó el técnico, entre muchas otras declaraciones que dejaron claro su pensamiento sobre la situación. De hecho, el Estadio Nelson Oyarzún, inaugurado en 2008 para el Mundial Femenino Sub 20, nunca ha recibido mantención profunda, a raíz de esto, presenta diversos elementos deficientes en su infraestructura.
Es por aquello que la administración municipal está invirtiendo una millonaria cifra para intervenir el recinto y dejarlo al nivel en que debería estar un estadio de Copa Libertadores. Precisamente, la cifra destinada para mejorar el reducto es de 200 millones de pesos, y en estos momentos, ya hay aproximadamente 100 funcionarios trabajando simultáneamente para mejorar los vestuarios, baños públicos, iluminación, palcos, entre otros sectores del recinto.
“Desde el Municipio y como ciudad estamos comprometidos. Sabemos que viviremos un momento deportivo histórico y estamos poniendo todo de nuestra parte para llegar en las mejores condiciones. Hemos impulsado una fuerte inversión buscando subsanar cualquier brecha”, señaló al respecto el alcalde de Chillán, Camilo Benavente.
Por otra parte, la administración también ha tenido que enfrentar la problemática presentada por el hongo que invadió el césped, el cual se intensificó por las altas tempreaturas e incendios que afectaron a la región. En estos momentos, el pasto está en proceso de recuperación y para el partido contra la UC debería estar al 65 por ciento, mientras que para el siguiente encuentro (con Curicó) ya debería estar en un 80 por ciento. Eso sí, para la Copa Libertadores (a jugarse en abril), el campo contará con las condiciones óptimas para recibir los partidos de Ñublense.
Cabe destacar que la aventura del cuadro de Chillán en la Libertadores comenzará a partir de abril, mes en que empieza la fase de grupos. Por ahora, el club tiene asegurado un jugoso premio por el solo hecho de haber clasificado a esta instancia, pues los equipos que disputen la fase grupal obtendrán un monto de tres millones de dólares (unos dos mil 400 millones de pesos chilenos).
Como si fuese poco, el torneo continental también entrega un premio por ‘mérito deportivo’. Por cada partido ganado exclusivamente en fase de grupos, se irán sumando 300 mil dólares, lo cual equivale aproximadamente a 240 millones de pesos nacionales, una cifra ligeramente superior a la inversión que destinó la administración municipal para mejorar el estadio.
El próximo partido de Ñublense será frente a Universidad Católica este viernes 3 de marzo en el mencionado recinto. Como se indicó, el pasto aún no está del todo recuperado, por lo que podría ser un factor determinante en el encuentro.