Con Kike Acuña, Emilio Hernández y Felipe Flores a la cabeza: el próspero negocio de la palta que une a los futbolistas
El fruto es, por estos días, uno de los más cotizados. Sin embargo, como forma parte de la dieta de los chilenos, su consumo no ha decaído. De la ecuación sacan dividendos Jaime Bravo, Felipe Flores y Emilio Hernández, entre otras figuras.
La palta es uno de los frutos más preciados por los chilenos. La variedad de usos que ofrece el fruto lo transforma en una pieza clave para la dieta de los chilenos. Ni siquiera su alto precio, que ha alcanzado los ocho mil pesos por kilo, ahuyenta a los consumidores. Sigue siendo el acompañamiento ideal para una serie de preparaciones.
Un colectivo de futbolistas explora el negocio. Lo encabeza Jaime Bravo, ex arquero de Unión Española y Deportes Melipilla, solo por mencionar a dos de los clubes que defendió, quien fue el primero en ingresar al rubro. Se han ido sumando otros. Felipe Flores, quien integra las filas de Deportes Limache, y Emilio Hernández, quien en su trayectoria defendió, entre otros, a Universidad de Chile, Colo Colo y Argentinos Juniors, tienen empresas similares. Lo mismo Jorge Acuña, Francisco Arrué y Hernán Madrid. Entre los seis están estrechamente conectados. “Hablamos todas las semanas, para coordinar a qué fundo iremos a comprar las paltas”, grafica FF17.
El gestor
Bravo recuerda que su ingreso al negocio fue casual e inesperado. “Fue súper raro. Estábamos en un partido en La Calera, cuando trabajaba en Unión como ayudante. El Nano dijo que venía un amigo para que lo atendiéramos. Era Madrid con un amigo. Y, de la nada, esa persona me pregunta qué voy a hacer después del fútbol. “‘Te voy a encontrar un negocio’, me dijo”. La operación, efectivamente, se realizó. “Un día me citó a las 12 de la noche en la Vega Central. Me dijo que viera qué tipo de paltas había. Ahí vi que la Hass era la más se vendía. Me pidió que le nombrara tres tipos de palta. Terminé llevándome 100 kilos. Y los vendí en media hora. Y luego fui a comprar 200 y así fue creciendo el negocio”, recuerda.
Ese crecimiento lo llevó a conocer del producto y a explorar nuevos proveedores. “Partí en la vega Central, en Lo Valledor. Después fui entendiendo el negocio. Pasé de jugar fútbol a revisar palta por palta. Entendí que yendo a comprar a los campos me salía más conveniente”, relata, precisamente, mientras va en camino a reunirse con un vendedor. Hoy, las cifras justifican eventuales sacrificios. “En semanas buenas se pueden vender entre 30 mil y 40 mil kilos”, explica.
Desde ese conocimiento, Sam se ha animado a guiar a sus excolegas. “Cuando Felipe arrancó con el tema de la palta, me llamó. Yo le puedo conseguir a un mejor precio. Emilio Hernández va conmigo, porque vamos a un campo. Es mi brazo derecho. Gestiona los camiones. Lo que hago es pedirles los camiones a los clientes. Que ellos los envíen a los campos a retirar las paltas”, especifica.
La fórmula
Flores explica cómo se involucró. “Jaime me dio contactos para poder comprar directamente y luego vender en diferentes lugares. Jaime ya lleva dos o tres años en esto, así que conoce mucho mejor el rubro”, sostiene el ex delantero de Colo Colo. “Él me dice, por ejemplo, cuando podemos ir a un fundo a comprar un bin de paltas”, relata. Un bin es un estanque que puede contener entre 450 y 470 kilos.
En su caso, la lista de clientes es amplia. “Ahora, les vendo a restoranes de sushi y verdulerías, en los sectores de condominios”, detalla. La aspiración, naturalmente, es seguir creciendo. ”Ojalá que en un futuro no tan lejano podamos enviar miles de kilos a diferentes regiones de Chile Mientras más kilos nos encarguen mejor”, proyecta, ilusionado.
Los números cuadran. “La palta está cerca de los 8 mil pesos y yo manejo el precio en $ 5.800 y $ 5.900.Vendemos palta Hass chilena, de primera categoría”, explica.
La difusión del negocio se ha transformado en un aspecto fundamental. Flores, por ejemplo, mantiene una cuenta en Instagram (@conpaltachile), a través de la cual se coordinan los respectivos pedidos. Ahora pretende impulsar el canal como una forma de aumentar la cartera de compradores. “Ahí recibimos los encargos y los pedidos de nuestros clientes”, añade.
El reconocimiento público juega a favor. “La gente y los futbolistas me felicitan, porque es un buen negocio y que tenga la oportunidad de hacerlo es buenísimo. Es muy difícil encontrar fundos para comprar. Gracias a Jaime pude entrar al negocio, sino habría sido muy difícil”, profundiza el delantero.
La logística también involucra el uso de vehículos. Flores tiene, además, una empresa de camiones junto a su padre y hermana. Suman cuatro. Uno de ellos lo destina al traslado de las paltas.
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