Universidad de Chile y Colo Colo viven los últimos momentos previos a una nueva versión del Superclásico. El partido estará marcado por una férrea pelea en la parte alta de la tabla posiciones y, lógicamente, por ser el duelo más tradicional del fútbol chileno.
El Estadio Nacional se prepara para recibir un aforo completo. Solo hinchas azules repletaran el Coloso de Ñuñoa, pues no se permitieron fanáticos visitantes.
El partido acontece en un contexto distinto a los de los últimos años. En la vereda alba hay resquemor tras haber perdido, en el duelo de la primera rueda, el largo invicto que mantenían en el Monumental. De hecho, desde hace dos años que no le ganan a los azules. Eso sí, los de Macul también buscarán mantenerse sin perder en el Nacional, lugar donde la U no puede ganar desde 2013.
Para ello, Colo Colo llegó con todo a Ñuñoa. Los albos buscan recuperar sensaciones para unos días trascendentales, los más importantes del año. Después de medirse ante los azules, el Cacique deberá enfrentar a Junior por Copa Libertadores. El próximo domingo irán a Coquimbo y entresemana visitarán Barranquilla para definir el boleto a cuartos de final del certamen continental.
Identidad alba
Colo Colo llegó al recinto ñuñoíno con confianza. Se encargaron de entregarle su propia identidad al camarín que utilizaron en el Estadio Nacional. El vestuario se tiñó de blanco y negro para recibir al Cacique, una situación similar a la realizada por la U en el Monumental, en marzo pasado.
Los símbolos albos abundaron. Por ejemplo, los asientos de cada jugador fueron adornados con fotografías de sus familias y con una palabra relacionada al conjunto de Macul. “Grande”, “Arellano”, “raza brava”, “pasión”, “lucha”, “compromiso”, “hidalguía”, “gloria”, “tetracampeón”, “valor”, “aguante”, “jerarquía”, “Cacique”, “sangre”, se lograron apreciar en los registros publicados por el club.
La insignia de Colo Colo también adornó el camarín. Un enorme escudo se instaló en el centro del piso del vestuario, lugar donde también hubo imágenes representativas.
Lo más llamativo, sin dudas, fue la presencia de las dos coronas más importantes en la historia del Cacique. La Copa Libertadores y la Recopa Sudamericana también llegaron al Nacional para entregarle ánimos a los jugadores albos.