Alexis Sánchez ya es jugador del Inter de Milán. Superó las revisiones médicas que anteceden a la firma del respectivo contrato y quedó listo para estampar su firma en el documento que le une por una temporada al equipo italiano, al que ya defendió antes de partir al Olympique de Marsella, en un paso lleno de altibajos.

El Niño Maravilla llega para tomarse revancha. Lo hace con Simone Inzaghi, el mismo técnico que vaciló para darle la titularidad, en la banca, pero con la convicción de que su paso por la liga francesa le permitió reencantarse y reencontrar su mejor nivel. Y arriba con su mejor cara. De hecho, cada cierto rato exhibe su sonrisa y su alegría.

Sonriente

Sánchez está feliz. Y lo ha reflejado en cada una de las ocasiones en que se ha dejado ver desde que pisó suelo italiano. Después de pasar por el chequeo médico respectivo, se le vio sonriente al traspasar una puerta de las instalaciones del lugar en que fue examinado. Ahí, saludó en general alzando su mano derecha y luego se fotografió con un octogenario fanático que le pidió una selfie.

El tocopillano también regaló sus primeras palabras. “Carico, come sempre”, dijo en italiano, lo que en español se traduce en algo así como “con la energía de siempre”.

Entre 2019 y 2022, Sánchez disputó 109 partidos con la camiseta azulinegra. Aportó 20 goles y 23 asistencias. Su nombre ya había quedado en la historia del club, uno de los más emblemáticos del país, por haber participado activamente en la obtención de una Serie A, una Supercopa de Italia y una Copa Italia.

El Inter es el segundo equipo italiano que defiende, después del Udinese. En Europa también estuvo en el Barcelona, el Arsenal, el Manchester United y el citado equipo galo en el que militó, con singular brillo, antes de adoptar la decisión de volver al país de la bota.

Sigue en El Deportivo