Este domingo, Universidad Católica disputará un partido crucial, pensando en sus aspiraciones. A las 19.00 horas, los cruzados visitarán a Unión La Calera en el Estadio Nicolás Chahuán con el propósito de continuar con chances de clasificar a la Copa Libertadores. Los tres puntos los mantendrán con vida, aunque no dependen de sí mismos, pues a falta de tres fechas se mantienen en el cuarto lugar del Campeonato Nacional.
A principios de temporada, las aspiraciones de la UC eran altas. El pentacampeonato era una opción y volverse una escuadra competitiva en el plano internacional una obligación. No obstante, nada de esto pasó.
Las decepciones llegaron, tanto en el ámbito local como en el continental. Cristian Paulucci dejó al equipo más cerca del descenso que de la la cima y en su reemplazo asumió Ariel Holan. El director técnico retornó al elenco precordillerano con el propósito de volver a pelear en la parte alta. El rendimiento mejoró y los resultados, aunque con irregularidad, también. Sin embargo, no lograron entrometerse en la lucha por el título y los objetivos poco a poco se fueron desmoronando.
El panorama cambió. Ahora la prioridad era obtener la clasificación a la Copa Libertadores, por lo que ganar la Copa Chile, certamen que entrega un cupo al torneo continental, era imperante. Ahí fue cuando llegó la bullada eliminación en cuartos de final ante Universidad de Chile, hecho que caló hondo en la franja. Pero la UC no pierde la fe. Los cruzados lograron una importantísima victoria el pasado miércoles 19 de octubre ante Unión Española y sueñan con alcanzar el único objetivo que les queda en esta temporada: clasificar al campeonato más prestigioso de este lado del orbe.
“No bajan los brazos”
Posterior a la victoria frente a los hispanos, el estratega argentino se refirió al complejo año que vivió la institución y señaló que, a pesar de todo, continúan luchando y con opciones de clasificar a un torneo internacional: “Tuvimos vicisitudes de todo equipo, pero en nuestro peor año, terminamos con muchas opciones de clasificar a una copa. Los peores años de otros equipos no han tenido tanta suerte. Nos ha pasado de todo, pero veo al equipo peleando, gladiadores que no bajan los brazos”.
En esa línea, el adiestrador comentó que la prolongación de su estancia en el cuadro de Las Condes no está netamente ligada a la clasificación a un certamen internacional: “Nada incide más que si hay un proyecto o no. Es tan fácil y tan difícil como eso. Mi continuidad no depende de la clasificación a una copa. La dirigencia sabe muy bien cuáles con las condiciones que tiene que tener un proyecto, desde mi óptima como entrenador”.
“Cuando se termine el torneo, todo será materia de análisis y también de poder cumplir con los acuerdos que en su momento teníamos con los directivos para armar un proyecto. Veremos en qué situación de ese punto estamos”, complementó el transandino, cuando faltan apenas tres jornadas por jugar. En esa línea, Universidad Católica no depende de sí misma para sellar su clasificación, pues aún están varias unidades por debajo de Ñublense y Curicó Unido, equipos que aún no abrochan su clasificación. Para qué hablar de Colo Colo, que ya tiene asegurado su cupo en el torneo y está ad portas de bajar su estrella número 33.
Encuentros decisivos
La UC depende de una serie de resultados para concretar el único objetivo que les queda a estas alturas del año. Antes de disputar el duelo en la Quinta Región, el cuadro cruzado ostenta 41 puntos, siete menos que Ñublense (48) y seis menos que Curicó Unido (47). Cabe destacar que los Diablos Rojos ya jugaron en esta jornada y se impusieron por 2-0 ante Huachipato. En tanto, los Torteros cerrarán la fecha frente a Audax Italiano, mismo rival que tendrán los pupilos de Holan la próxima jornada.
El siguiente fin de semana vendrá otro duelo crucial, pues los dirigidos de Jaime García se medirán a los de Damián Muñoz. Ambas escuadras buscarán sellar su histórica campaña con una significativa e inédita clasificación a Copa Libertadores.
En ese sentido, la caída de uno podría encumbrar a Universidad Católica y comenzar con su arremetida. El elenco cruzado estará asechando al perdedor para colarse dentro de los clasificados al certamen más importante del continente, dejando atrás el bajón en su rendimiento y así arrancar con una profunda restructuración en el plantel.