La FIFA mira de reojo: la lista de bochornos de la Copa América que preocupa de cara al Mundial 2026

Alejandro Domínguez graba el estado del campo del Hard Rock Stadium de Miami.
Alejandro Domínguez graba el estado del campo del Hard Rock Stadium de Miami.

El balance del certamen continental incluye una serie de aspectos polémicos. El estado de los terrenos de juego, el arbitraje, y la pésima gestión de la Conmebol fueron problemáticas constantes, con múltiples reclamos desde todos los frentes.


Hasta el último día, con bochornos. De principio a fin, la Copa América 2024 estuvo marcada por la mala organización. Una serie de insólitos hechos se volvieron la tónica en el certamen continental planeado por la Conmebol. Más cuando a casi dos años está la realización del Mundial 2026, que también sumará a países como Canadá y México. Cabe recalcar, sin embargo, que el certamen fue organizado por la Conmebol. Más allá de eso, no deja de preocupar el estado de las canchas y las serias falencias organizativas que fueron apuntadas por diferentes actores del certamen.

En la final, la vergüenza se profundizó. El partido debió ser postergado por más de una hora. En detalle, arrancó una hora y 22 minutos más tarde de lo previsto inicialmente. Esto se produjo luego de que cientos de fanáticos de la selección de Colombia provocaran desmanes en el ingreso al Hard Rock Stadium.

El afán de entrar a toda costa para ver el encuentro provocó enfrentamientos entre hinchas y efectivos de seguridad. Los forofos se tomaron los accesos, saltaron vallas y rompieron parte del inmueble. El saldó dejó múltiples personas desmayadas y heridas.

En la antesala, el técnico argentino Lionel Scaloni, casi previendo lo que podía ocurrir, llamó a la calma: “Como tengo micrófono tengo la suerte de decirlo, somos los encargados de transmitir esto. Es algo básico. Las imágenes de la semifinal parecen de hace 50 años y fue el otro día. Lanzo este mensaje que me parece que debe ser bien recibido”, señaló, recordando las problemáticas en el duelo ante Uruguay.

El torneo quedará en la memoria colectiva del hincha del fútbol como su versión más polémica. El balance incluye múltiples aspectos controversiales y polémicos. El estado de las canchas, los campos de entrenamientos, el VAR y los reclamos de una gran cantidad de entrenadores son un reflejo del desastre organizacional que retrata a la entidad que tiene sede en Paraguay.

Copa America Finals in Miami Gardens in Florida
Hinchas ingresando por el techo al Hard Rock Stadium. Foto: REUTERS/Maria Alejandra Cardona.

Papelón organizacional

Lo sucedido recordó instantáneamente las palabras de Marcelo Bielsa.Estamos en Estados Unidos, entre comillas el país de la seguridad. Si no hacían eso, hubieran sido condenados por todos, cómo no vas a defender a tu madre, a tu hermana, a tu bebé. Cómo no los vas a defender si los argumentos para que eso no suceda fallaron: prevención y puerta de escape”, indicó en su incendiaria conferencia de prensa.

El rosarino también rememoró otras polémicas tras la trifulca que involucró a los jugadores uruguayos. “Todas las mentiras que han dicho, que las canchas están perfectas, o los campos de entrenamiento están perfectos y Bolivia no entrenó, esto es una plaga de mentirosos, y ya dije todo lo que me prometí no decir (…) La jefa de campo de juego, que conozco perfectamente todo lo que hace y lo mal que lo hace, hizo una conferencia de prensa para decir que es algo visual”, indicó.

El golpe se sintió en todo el mundo. Sin embargo, Alejandro Domínguez optó por el silencio. El mandamás de la Conmebol visitó el campo del recinto de Miami para analizar su estado, en una imagen que dio la vuelta al mundo.

Para rematar, la final no se quedó solo en eso. La Conmebol se enfocó en el show y realizó un cambio que no generó consenso. Durante la ceremonia de los himnos, Karol G cantó el de Colombia y Abel Pintos el de Argentina. Hasta ahí todo bien, sin embargo, en el entretiempo se produjo una situación que venía siendo comentada. El organismo sudamericano decidió extender diez minutos el entretiempo (fue de 25 en total) para que Shakira cantara.

Fue la última polémica de una Copa América que estuvo plagada de las mismas. Para muchos, es la peor edición del certamen en la era moderna.

El certamen inició con controversia tras una curiosa prédica religiosa en la ceremonia inaugural. Esto fue con el beneplácito de Domínguez, que es cercano a uno de los pastores. La acción transgrede la reglamentación de la FIFA y la propia Conmebol, pues sus normas establecen neutralidad política y religiosa.

A esto se le sumaron las numerosas polémicas arbitrales, junto al problemático y errático funcionamiento del VAR. La Roja, por ejemplo, con los arbitrajes de Andrés Matonte y Wilmar Roldán.

Contra Argentina, En la Selección acusaron dos situaciones puntuales del uruguayo. Primero, un manotazo de Cristian Romero sobre Víctor Dávila, que en Chile pedían como penal. Después, una supuesta expulsión de Rodrigo de Paul por un fuerte pisotón sobre Gabriel Suazo.

Ante Canadá, en tanto, el colombiano no se percató de un notorio codazo de Moise Bombito, cuando no corrían ni cinco minutos del partido. Fue una clara agresión que también fue desestimada por el VAR y que pudo cambiar el trámite del encuentro. El juego, en cambio, continuó como si nada. Minutos después, Gabriel Suazo se fue expulsado. El lateral recibió una segunda tarjeta amarilla tras cometer una dudosa infracción. Cabe mencionar que las quejas en esta materia llegaron de diferentes lados.

Para la BBC, la selección chilena fue el equipo más perjudicado: “A pesar del apoyo de la tecnología, esta Copa América ha tenido decisiones controversiales que para muchos ya no deberían presentarse con el videoarbitraje (VAR). Chile fue la selección que se consideró más afectada”, consignó el prestigioso medio inglés.

El reclamo formal a la Conmebol

La Roja no solo sufrió en lo arbitral, sino que también lo hizo en lo organizacional. La ANFP incluso le entregó un reclamo formal a la Conmebol, esperando respuesta tras una serie de incidencias sufridas por el combinado nacional.

El sábado 22 de junio fue el inicio de una jornada para el olvido. Primero, sufrieron el atraso de su vuelo de Dallas a Nueva Jersey por una tormenta eléctrica. El viaje se suele realizar en tres horas y 40 minutos, pero se tardó 60 minutos más por un problema logístico del Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. Cuando estaban por aterrizar, el piloto les comunicó que no tenían la autorización para hacerlo. Hubo un retraso y una posterior fila de aviones antes que el suyo, además de una aglomeración en las pistas. Con motivo de la espera, debieron realizar vueltas en el aire por una hora.

Ya instalados en Nueva Jersey debieron esperar por una hora en el recinto aeroportuario por la presencia de Donald Trump. El otrora Presidente de los Estados Unidos y actual candidato a la Casa Blanca estaba llegando al lugar, y por motivos de seguridad, la delegación chilena y el resto de personas debieron aguardar por su salida.

Llegaron al Hotel Hyatt Regency, donde los disgustos siguieron. El nerviosismo y la molestia aumentaron cuando el recinto no tenía a disposición la lavandería acorde al tamaño de la delegación. En el lugar también hubo un amago de incendio por un problema en la cocina, que activó un protocolo de emergencia producto del humo. El lobby debió ser evacuado, aunque no en su totalidad.

Además, en primera instancia no entregaron unos salones que eran requeridos por la Roja, donde después se instaló la ‘clínica’ de la Selección, además de la zona de masajes.

Entremedio también tuvieron problemas con el campo de entrenamiento en el Yurcak Field, cancha de la Universidad Rutgers, ubicada a unos 80 kilómetros de Nueva Jersey. Priorizando el estado del terreno, decidieron cambiarse de cancha. El problema fue que el camarín estaba ubicado a diez minutos caminando, trayecto que debieron hacer bajo plena lluvia.

Quejas de todos lados

Los cuestionamientos vinieron desde todos lados. Lionel Scaloni se lanzó contra la organización. “Hace siete meses que sabemos que vamos a jugar acá y cambiaron el césped hace dos días. El césped de hoy no está apto para este tipo de jugadores”, dijo el entrenador de Argentina.

Jesse Marsch también tuvo una conferencia tensa. El técnico de Canadá disparó con todo y acusó de racismo: “Este torneo no fue profesional para mí; demasiados problemas con el trato”, comenzó señalando.

Nosotros recibimos insultos racistas, en directo y en redes sociales, en todo el torneo. Nos trataron como ciudadanos de segunda clase”, añadió.

En Brasil, más de lo mismo. La Canarinha exigió un cambio de hotel porque, según ellos, el Westin Lake no cumplía con la infraestructura para sus trabajos. Pasaron al Renaissence, lugar donde no tuvieron el recibimiento esperado. Les hicieron ingresar por la puerta de atrás y debieron subir varios pisos con su equipaje.

No somos unos delincuentes para entrar aquí”, fue la queja de Ednaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.

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