Con Maradona en la memoria: la revolución del Napoli, a un paso de la gloria 33 años después

Este domingo, el equipo ícono del sur de Italia puede lograr el título de la Serie A por tercera ocasión, pero la primera sin el Diego, cuyo mito está vivo en la ciudad. La historia del club napolitano no se puede contar sin el Pelusa, y viceversa. La escuadra de Luciano Spalletti lleva 17 puntos de ventaja sobre su escolta.



Napoli (o Nápoles), la ciudad más poblada del sur de Italia, está revolucionada. Sus calles lo demuestran. La ilusión de un título es tan grande que sus habitantes han dejado a un lado cualquier cábala para decorar el lugar con carteles, pancartas, banderas e imágenes con los jugadores del equipo local, todo con el color azul cielo de la institución. El sueño del Scudetto está muy cerca. Este domingo se puede concretar el viejo anhelo de los napolitanos: volver a ser el mejor del Calcio.

Originalmente, su duelo ante la Salernitana (donde milita Diego Valencia) se iba a jugar el sábado. Sin embargo, la Serie A determinó pasarlo para este domingo, día en el cual se puede definir al campeón. En primer turno juega la Lazio, el escolta del líder. Si el club romano no le gana al Inter de Milán, de visita, el Napoli puede sentenciar la liga con seis fechas de anticipación si gana su encuentro ante los granatas. El cambio se realizó ante una petición de las autoridades de la ciudad, para custodiar la seguridad pública, al concentrar los festejos iniciales dentro del estadio en el caso de que haya coronación.

La espera se ha hecho eterna para una ciudad que vive el fútbol con una pasión desbordante. Como si se tratara de un riñón de América. Han pasado 33 años para que Los Partenopeos alcancen la gloria y para que un club del sur lo haga. Desde que Diego Maradona los hizo tocar el cielo, pasando de ser una figura del fútbol a una deidad. La historia del Napoli no se puede contar sin el Pelusa. Y la historia del Pelusa no se puede contar sin el Napoli. Esta sería la primera consagración de la escuadra en la máxima categoría sin el Diez. Maradona fue fundamental para entregarle al club sus únicos Scudettos.

El primero fue en el curso 1986-1987, cuando lograron el doblete (liga y Copa Italia). El segundo fue en el 1989-1990, cuando el crack argentino hizo un tándem notable con el brasileño Careca. Además, con el Diego, el Napoli consiguió el único título continental que tiene. Fue la Copa UEFA 1988-1989. Cuando han pasado dos años y medio desde su deceso, el legado del ídolo transandino es muy fuerte en la ciudad. Por algo se le cambió el nombre al estadio San Paolo por Diego Armando Maradona. Un enorme mural en su honor, ubicado en el Barrio Español, es el museo no oficial de la leyenda. “Es un problema, porque atrae mucha gente”, afirmó el alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi. “Es como un culto secular, lo cual realmente se aprecia”, añadió.

Sacando a cualquier lugar en Argentina, donde más se sintió la partida de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos fue en el sur del país de la bota.

Está al caer un campeón sorpresivo. Al inicio de la temporada, el Napoli no estaba dentro de los grandes candidatos. Es un mérito desplazar con holgura a gigantes como el Milan, la Juventus o el Inter. No por nada llevan una distancia de 17 puntos con el segundo, la Lazio. El mérito recae en el entrenador Luciano Spalletti, artífice de un equipo con estilo y cuyo juego es agradable a la vista. El DT reconoció que ha debido preparar un mensaje para después del partido, si se concreta el título. “Me comentaron que tenía que decir algo... si sucede, que no sabemos aún si sucederá”, indicó.

La gran temporada del club ha repercutido también en sus finanzas. El Napoli se ha revalorizado un 34% respecto a la campaña anterior. El georgiano Khvicha Kvaratskhelia se ha convertido en toda una sensación. Ha pasado de tener un valor de 15 millones de euros a valer 85. Mientras que el delantero nigeriano Victor Osimhen, otra de sus estrellas, ya roza los 100 millones. La plantilla del curso pasado valía un total de 469 millones de euros. Ahora, gracias a la revalorización de sus jugadores y sin grandes operaciones en el mercado de pases, vale 629 millones, según los datos de Transfermarkt. La incorporación más cara fue la del zaguero coreano Min-jae Kim, que costó 18 millones de la moneda europea. Solo para comparar, vendieron al senegalés Kalidou Koulibaly al Chelsea en 38 millones.

Fue una apuesta arriesgada: deshacerse de pesos pesados en el equipo y reforzarse con jugadores que eran, hasta el arranque de la temporada, desconocidos. Aquí es clave la figura de Aurelio De Laurentiis (73), el presidente del club desde 2004. Es un reconocido (y algo polémico) productor de cine, que antes remeció el mercado fichando a jugadores como Edinson Cavani o Gonzalo Higuaín. Para este curso, el objetivo fue sanear cuentas liberándose de salarios altos y apostando por nuevos talentos. El plan ha resultado a cabalidad. Están a un paso de la gloria, la misma a las que los guió Diego.

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