El tenista chino, Juncheng Shang (344° del ranking ATP), consiguió su primer título Challenger en Lexington, luego de vencer al ecuatoriano Emilio Gómez (121°) por parciales de 6-4 y 6-4.
Ante los ojos de Marcelo Ríos, que viajó más de 1.400 kilómetros para observar a su pupilo, el joven de 17 años se convirtió en el primer nacido en el año 2005 en ganar un Challenger en un intenso y complejo duelo.
Luego de vencer al hijo de Andrés Gómez, campeón de Roland Garros en 1990, el adiestrado por el Chino continúa ascendiendo meteóricamente en las vitrinas del tenis mundial y confirma las fichas que lo tienen como una de las máximas promesas de este deporte.
Relación con el Chino
El oriundo de Vitacura empezó a finales de julio a entrenar a Jerry, apodo del mancebo atleta, y ya han formado una relación estrecha y de mucho cariño. A pesar de estar en un proceso de conocimiento, pruebas y negociaciones para entrenarlo a tiempo completo, Ríos viajó 1.429 kilómetros (desde Sarasota, Florida, a Lexington, Kentucky) para observar su desempeño en la semifinal y final.
Tal como contó a El Deportivo, el exnúmero uno del mundo le prometió a su dirigido que si avanzaba las semifinales vería el juego del otrora número uno de juniors en vivo. “Le dije que si llegaba a semis, lo iría a ver”.
“Yo debía cerrar contrato con él el lunes, pero dije que no, porque quiero ir a estos dos challengers con él y saber qué es estar ahí antes de tomar una decisión”, detalló.
La tercera raqueta china, solo detrás de Yibing Wu (177°) y Zhizhen Zhang (197°), ha estado atento a los consejos de su nuevo entrenador, quien indicó que técnicamente no hay mucho que mejorar, pero sí en lo físico y táctico. “Técnicamente, él es muy bueno, pero tácticamente le falta mucho todavía. Lo bueno es que va aprendiendo rápido y no me impresionaría que el hueón se metiera rápido y terminara 150 ahora y no el próximo año”, señaló Ríos.
“Físicamente también le falta, porque es muy chiquitito. Todavía no lo veo jugando a cinco sets, pero lo que juega, lo juega muy bien. Le falta una buena pretemporada. No tengo nada que corregirle y eso que soy súper crítico”
Futuro prometedor
Shang, hijo del primer futbolista chino en jugar en España y de una campeona mundial en tenis de mesa, ya es una estrella en su país. Los focos están puestos para que comande una nueva era en el tenis chino, pues su camino venidero entusiasma.
Con un número uno en juniors (2021) y cuatro Futuros en su poder, el joven podría escalar fácilmente en el clasificación mundial. Ya se encuentra 241° en el live, no obstante, tal como dice el Chino, “su ranking es mentiroso, porque se pega un rajazo y se mete rápido arriba”.
Tiene 17 y que a los 19 esté entre los 20, yo feliz, pero necesita un año para aprender, para saber jugar... Yo quiero que aprenda, añadió, aunque comenta que no le “impresionaría que el hueón se metiera rápido y terminara 150 ahora y no el próximo año”.
Me recuerda mucho a mí, es muy parecido en la manera de ser. En mi vida me había impresionado tanto al ver jugar a alguien. Lo había visto jugar con Shapovalov, me llamó la atención, pero no lo pesqué mucho. Aparte tiene 17 años y nunca ha tenido un entrenador de tiempo completo y ni ha hecho una pretemporada. Está 300 solo por lo que ha visto. Imagínate si lo llego a entrenar o lo llegan a entrenar, el potencial que tiene es increíble”, sostuvo el mejor tenista chileno de la historia.