Independiente es un gigante en problemas. Uno de los elencos con más historia del fútbol argentino está en un momento delicado, tanto en lo deportivo como en lo institucional. Para darle un viraje a lo que sucede en el Rojo, para salir del fango, se recurrió a un ídolo de Boca Juniors: Carlos Tevez. El Apache, identificado hasta la médula con los xeneizes, asumió como el nuevo entrenador del club de Avellaneda.
Este domingo, el exfutbolista del Manchester City y la Juventus debutó en el cargo y lo hizo con una victoria necesaria. En el estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini, Independiente superó 2-1 a Vélez, con polémico desenlace, por la segunda fecha de la Copa de la Liga argentina.
Uno que reafirmó su posición de titular es Mauricio Isla. Luego de estar un periodo sin club, tras su salida anticipada de Universidad Católica, el Huaso llegó al Rojo y de inmediato tuvo que entrar a la cancha ante la urgencia de resultados del equipo. En su partido anterior, no tuvo su mejor actuación, cometiendo un penal y casi anotando un autogol en la caída con Colón, que sentenció la suerte de Ricardo Zielinski, el técnico anterior.
El bicampeón de América con la Roja fue compañero de Tevez en la Juventus, por lo tanto su situación en el equipo asoma como halagüeña. Este domingo, el Apache dispuso de una línea de cinco en el fondo, con laterales de constante proyección. Mientras Isla jugó por la derecha, su puesto natural, por la franja zurda estuvo Damián Pérez, el mismo que pasó por Colo Colo.
Era un duelo clave en el afán de zafar del descenso. Tanto Independiente como Vélez están muy complicados en la tabla anual, que define uno de los dos que caerán a la Primera Nacional (la segunda categoría transandina) a fin de año. Por lo mismo, había que sacar puntos sí o sí. El primer tiempo fue levemente inclinado hacia los locales, aunque tampoco implicó una gran cuantía de chances de gol. Una sorpresa fue que Isla lanzó un tiro libre al área, considerando que no es su costumbre el trabajo de la pelota detenida.
En el complemento, el equipo rojo encontró el gol de la apertura. En los 51′, Matías Giménez anotó el 1-0 con un remate colocado a un rincón de la portería del golero Burián. Fue una catarsis en Avellaneda. Tevez y su cuerpo técnico (en el que también están sus hermanos) se unió a la celebración de la victoria momentánea. Vélez tuvo el empate en los 55′, pero Walter Bou (ex Unión La Calera) se lo perdió solo. En rigor, fue una gran atajada del meta Rodrigo Rey.
El cuadro de Liniers despertó del letargo tras el gol del rival. Mejoró, hasta que encontró el empate cerca del final. En los 83′, un cabezazo de Santiago Castro, quien apareció por el lado izquierdo de la zaga local, puso el 1-1. La cara de Tevez lo decía todo.
El final del juego trajo una polémica gigantesca. Se reclama una dudosa falta sobre Martín Cauteruccio en la línea del área. Primero, el juez internacional Fernando Rapallini marca la infracción afuera del área. La jugada se revisa en el VAR y el árbitro hace la marca del aerosol para ejecutar el tiro libre de una falta más que cuestionable. Luego, el juez, sin recurrir a la imagen y amparándose en sus asistentes, cobra el penal. Si bien la infracción genera dudas, correspondía el penal porque fue en la línea. En el quinto minuto de adición, Matías Giménez convierte el 2-1.
La victoria le permite al Rojo alcanzar los 31 puntos en la tabla anual (que es la sumatoria de la Liga Profesional, que ganó River, con la Copa de la Liga). El último se va a la B. El otro que desciende es el colista de la tabla de promedios.