Con Nelson Acosta e Iván Zamorano como protagonistas: los mejores momentos del clásico entre Colo Colo y Cobreloa

Colo Colo y Cobreloa animarán una de las semifinales de la Copa Chile. Se trata de la reedición de un duelo que en el cierre del siglo XX y el inicio del XXI tomó ribetes de clásico y que muchos califican de tal manera hasta hoy. Este miércoles vuelven a enfrentarse luego de siete años. La última vez que se vieron las caras fue en el mismo certamen, en la edición 2016.

En esa ocasión se midieron en los cuartos de final y ambos partidos fueron victoria para el Cacique. En el plantel loíno se repite Ignacio Jara, quien volvió a Calama este año. También jugaba Pablo Parra en los mineros, futbolista que actualmente milita en los albos.

Esa llave terminó por inclinar más aun el historial para los capitalinos, que aumentaban a tres su ventaja en triunfos. Sigue, sin embargo, tratándose de un enfrentamiento parejo en el registro. Colo Colo se ha impuesto en 41 ocasiones, los nortinos, en tanto, tienen 38 victorias. El desglose muestra que en la Copa Chile los albos han ganado más, mientras que en la Copa Libertadores la supremacía es para los naranja. Por otra parte, en el registro de Primera División están empatados.

Nelson Bonifacio Acosta aterrizó en Calama en junio de 2002. La directiva daba el golpe y se llevaba al uruguayo justo después de su exitoso paso por la Roja, donde fue mundialista en Francia 1998 y medallista olímpico en Sídney 2000. Con ese cartel arribaba a la provincia de El Loa.

Los períodos del emblemático técnico en Cobreloa tuvieron más altos que bajos. En total, fueron tres ocasiones diferentes en las que dirigió al club, en 2003, 2004 y 2011. Sumó los títulos del Apertura 2003, Clausura 2004 y alcanzó el subcampeonato del Clausura 2011. En los tres torneos mencionados, los Zorros del Desierto se impusieron a Colo Colo en alguna fase mano a mano.

La primera y más recordada fue en 2003. El Cacique buscaba el bicampeonato de la mano de Jaime Pizarro. En el Clausura 2002 habían sumado su estrella 23. Campeones en la quiebra, como se recuerda en Pedrero. Para la temporada entrante, con la figura excluyente de Iván Zamorano, querían repetir la hazaña.

La final, eso sí, se decantó a favor de los calameños. En el Monumental fue un polémico 0-0. Tras el partido, el plantel de Colo Colo reclamó mucho una infracción de Rodrigo Meléndez a Manuel Neira que no fue tomada en consideración por Rubén Selmán. Era penal para los albos. Tras el compromiso, Kalule lanzó una honesta frase. “Penal entonces. Si la viste y te parece penal es así. Trate de evitarlo cubriendo un poco el balón metiendo la mano, pero hay penales que se cobran y otros no”, dijo el volante.

Días después, en la Región de Antofagasta se desató la fiesta. El 4-0 que Cobreloa le propinó a Colo Colo es uno de los episodios más gloriosos de su historia. Luis Fuentes, José Luis Díaz y Patricio Galaz, en dos ocasiones, marcaron en una final que también es recordada por la agresión de Bam Bam al juez Carlos Chandía.

Los años posicionarían a Acosta como un técnico prácticamente imbatible para el Cacique en este tipo de choques. En el Clausura 2004, el Calvo Estratega volvió a cruzarse en el camino de los albos. En esta ocasión, el elenco minero se impuso por 4-1 en el norte y luego empataron 1-1 en Macul.

En esa misma instancia se vieron las caras en el Clausura 2011. Claro que fue un trámite mucho más igualado. En Santiago fue triunfo loíno por 3-2. Nicolás Trecco anotó la diana definitiva en el tercer minuto adicional. Jornadas más tarde, los comandados por Ivo Basay estaban muy cerca de consumar la remontada. Pero un tanto agónico de Diego Barrios le dio el pase a la final al club dos veces subcampeón de la Copa Libertadores. El 4-4 del global le sirvió a Cobreloa, que clasificó al haber logrado un mejor rendimiento en la fase regular. Cuando Eduardo Gamboa pitó el cierre, se vio a Nelson Acosta realizar su característica celebración, moviendo los brazos.

Mucho antes de que se hablara de la mala racha de Universidad de Chile en el estadio Monumental, Colo Colo pasó por una situación similar. El equipo más ganador del país estuvo 23 años sin sumar de a tres como visita ante los naranjas. Entre 1979 y 2002, la visita a Cobreloa era algo imposible para los albos.

En ese intertanto sumaron 10 títulos de Primera División, lograron alzarse con la Copa Libertadores e incrementaban su popularidad en todos los rincones de la nación. Pero Calama era una tierra inexpugnable. “El tema que no se ganaba era también por el público, siempre era hostil”, recordaba hace algún tiempo Marcelo Espina, referente de los albos en la década de 1990.

“Ahí si éramos visitantes, de verdad, a pesar del acompañamiento de la gente, que llenaba la galería atrás del arco, se nos hacía complicado jugar allí”, agregaba el Calamar.

Pero en 9 de marzo de 2002 los albos rompieron con la estadística. Luis Ignacio Quinteros abrió la cuenta a los 19 minutos. Ese día, reflejo de que no era la tarde de los loínos, Fernando Cornejo estrelló un lanzamiento penal en el travesaño. Justo cuando iniciaba el complemento, Nacho Quinteros puso el 2-0 definitivo, rompiendo con más de dos décadas de “maldición”.

Antes, la única vez que Colo Colo se había abrazado en la altitud calameña había sido el 22 de diciembre de 1979, gracias a dos goles de Juan Carlos Orellana. Tras el triunfo de 2002, Jaime Pizarro, que era el DT albo, se sacudía del estigma. “Cada vez que venía a Calama, aparecía lo mismo, que no se podían obtener los resultados ante un buen equipo. Hoy hicimos un buen partido y tuvimos una dosis de suerte”, señalaba el actual ministro del Deporte.

Si es que hay un día especial para la parcialidad de Cobreloa, es el 21 de diciembre de 2003. La institución fundada el 7 de enero de 1977 había tenido un semestre convulsionado. El uruguayo Luis Garisto se había hecho cargo del equipo luego de la salida de Nelson Acosta, quien partió a la selección de Bolivia tras conquistar el Apertura. Pero las cosas no resultaban de la mejor manera con el nuevo técnico.

En 15 fechas, el cuadro cuprífero acumuló solamente 22 unidades. Apenas logró meterse en los play offs. Los jugadores del plantel loíno reconocieron años más tarde que la transición fue compleja tras el cambio de entrenador. “Pero jamás perdió la credibilidad en el equipo y eso fue lo más importante”, le dijo Rodrigo Pérez a TNT Sports al recordar al fallecido estratega. Las críticas de la prensa local eran amplias. Sobre todo tras caer por 2-1 ante Colo Colo, en Calama, en la fase regular.

En la ronda definitoria, los mineros volvieron a exhibir su mejor versión. Dejaron en el camino a la U, a Unión Española y a Santiago Wanderers. En la final se veían las caras nuevamente con el Cacique. En la segunda región fue 2-2 y en Pedrero los albos aparecían como favoritos. Pero los de Garisto sorprendieron y con tantos de Luis Fuentes y Jaime González se transformaban en el primer forastero que daba la vuelta olímpica en el Monumental.

“La cuota mía fue seguir a este plantel. Ellos se acoplaron a la mentalidad nuestra y estoy agradecido”, decía el director técnico desde el camarín tras el título.

El partido de este miércoles corresponde a la Copa Chile. Un certamen donde Colo Colo tiene ventaja deportiva sobre Cobreloa. Uno de los triunfos más épicos en esa competición, y al mismo tiempo poco recordado, ocurrió en 1990. Se trata del increíble 6-5 con que los comandados por Arturo Salah vencieron al equipo de Gustavo Cuello.

Fue por los cuartos de final del tradicional torneo. En 90 minutos, el marcador fue 4-4. Por lo que la llave se definió en el alargue. Era duelo único, a diferencia del formato actual. Martínez, Pizarro, Díaz y Espinoza marcaron para los albos en el tiempo regular. En los loínos anotaron Czornomaz, Alegría, Pino y Álvarez. En la prorroga un doblete de Dabrowski sentenciaría el paso del local a la semifinal. Díaz repetiría sobre el final para estrechar las cifras.

Solo 11.095 personas fueron testigos del encuentro. Un marco de público menor si se toman en cuenta las dimensiones del recinto. Fue un duelo dominical, poco recordado a mitad del año 90, arbitrado por Salvador Imperatore. Semanas más tarde, Colo Colo se coronó en la Copa Chile de aquel año, venciendo a Universidad Católica en la final.