Luciano Cabral está cada vez más lejos de Coquimbo Unido. El volante lo hace saber formalmente. El club pirata recibió la comunicación del volante y de su entorno, representado por su agente, Nicolás Puppo, en el sentido de ejecutar la cláusula de salida contenida en su contrato. Para que opere el acápite el club pirata debe recibir una suma cercana a los US$ 500 mil, una cifra abordable para cualquier club interesado y que, a la luz del rendimiento que el mendocino mostró en la primera parte del año, parece, incluso baja.
Cabral tiene, también, su destino claro. Hace rato que mantiene avanzadas negociaciones con el Grupo Pachuca para vincularse, inicialmente, a Everton. El conglomerado mexicano está dispuesto a satisfacer sus requerimientos económicos. Sin embargo, hay quienes postulan que, en virtud de la cantidad de clubes que controlan, los aztecas puedan asignarle a otra entidad.
La carta
Cabral busca dejar constancia de su determinación. En ese contexto, ofició tanto a la ANFP, representada directamente en su presidente, Pablo Milad, y al Sifup, de su decisión de salir del club en el que revitalizó su carrera después de cuatro años en prisión y donde, de acuerdo a múltiples opiniones y también de datos más concretos, se transformó en el mejor jugador de la primera parte de la actual temporada en el fútbol chileno, en la segunda campaña que cumple en el país. Ese rendimiento lo puso, naturalmente en vitrina. También en la órbita de la Selección: solo los reparos de Estados Unidos, país anfitrión del torneo, impidieron que Ricardo Gareca le incluyera en la delegación para la Copa América.
El acápite que le permite salir del puerto pirata no solo tiene que ver con lo monetario. La entidad aurinegra se basa en otro principio para, en la medida de lo posible, bloquear su salida en el mercado interno: no potenciar a un rival directo en la pelea por el título, un objetivo al que aspiran concretamente en el marco de la gran campaña que han cumplido de la mano de Fernando Díaz. Al cierre de la primera rueda están segundos, detrás de Universidad de Chile. De los azules están separados por apenas un punto.
En la carta que Cabral hizo llegar a la máxima autoridad del fútbol nacional y al gremio que preside Gamadiel García, Cabral comunica específicamente que su destino será Everton, dando por cerrado el flanco que inquieta a los coquimbanos, considerando que el mediocampista ha aparecido como objetivo de mercado de Colo Colo y Universidad de Chile. Albos y azules, en todo caso, no bajan los brazos en el intento de ficharle.
La postura coquimbana
En el norte describen el escenario actual. “Hay ofertas de Colo Colo, Everton y la U. La oferta de Colo Colo es más fuerte que la de Everton”, acotan en el club pirata. Y luego precisan que el acápite contractual que Cabral pretende activar también requiere de una lectura más detallada. “Las cláusulas son ‘a lo menos’. Hay acuerdos personales, también, en el sentido de de no jugar en Chile. Esta semana se tiene que resolver. La situación no está resuelta”, establecen.
En principio, la postura parece rígida en el sentido de que Cabral no defienda a ningún equipo chileno. En ese escenario, en caso de que se produzca una negociación con un conglomerado extranjero, se establecerá una millonaria multa para impedir que el volante termine vinculándose a algún club nacional durante todo el segundo semestre.
En el plano económico, en el norte aspiran a poner condiciones que, naturalmente, les resulten mucho más convenientes que el piso de la cláusula. “Hoy, la operación posible es una negociación más que una ejecución de la cláusula. Ahora es un problema de oferta y demanda. Cada uno velará por sus intereses. Se entró en el mundo frío de los negocios. Hay tres patas: el comprador, el jugador y el vendedor. Entonces, hay que ponerse de acuerdo”, explican en el club aurinegro.