Gales e Inglaterra llevaron por primera vez su rivalidad clásica a una Copa del Mundo. Y vaya qué partido, ya que ambos necesitaban obtener un buen resultado para acceder a octavos de final en Qatar. El más complicado era el equipo de los Dragones Rojos, que llegaba en la última posición del grupo, por lo que ganar se transformó en una obligación. Sin embargo, hizo muy poco. Mientras que el conjunto que dirige Gareth Southgate, a pesar de que solo necesitaba el empate, fue con todo en busca de los tres puntos, lo que quedó refrendado con un sólido 3-0.
El elenco inglés fue el que tomó la iniciativa desde el comienzo. A los 10′, avisó con un remate de Marcus Rashford, pero el arquero Ward estuvo brillante en el achique para evitar el primer gol. En tanto, Gareth Bale, la gran estrella de sus adversarios, debió aguantar la marca rival y recibió muy pocos balones con ventaja como para el desequilibrio. Terminó siendo sustituido en el entretiempo.
Con el paso de los minutos, si bien el conjunto de los tres leones mantuvo el control del balón se le fue haciendo difícil encontrar la profundidad para dañar a los dirigidos de Robert Page. Recién a los 37′, una notable combinación en velocidad de los ingleses generó inquietud. Sin embargo, el remate de Foden se fue elevado y el cuadro rojo respiró.
Comienzo letal
A pesar de no lucir mucho, Inglaterra fue letal en los primeros minutos del complemento. El ritmo anodino del encuentro se remeció a los 5′, a través de una genialidad. Rashford batió a Ward con un tiro libre impecable al palo del arquero y abrió la cuenta.
Apenas 60 segundos después y cuando los galeses aún no se sacudían del golpe, Rashford le punteó el balón a Davies en la salida; el balón le quedó a Kane, quien rápidamente sacó un centro para que Foden definiera con comodidad y aumentara las cifras.
Y si bien, Gales esbozó una recuperación y exigió a Pickford, este esfuerzo se diluyó e Inglaterra aprovechó para liquidar el encuentro. A los 68′, Rashford le sacó brillo a su velocidad y potencia para encarar a la defensa rival y sacar un potente remate que se le coló entremedio de las piernas a Ward.
Después del tercer gol, Southgate se limitó a sacar a sus figuras y dosificar para los octavos de final. Con la victoria holgada, Inglaterra aseguró ganar el Grupo B y enfrentar a Senegal, segundo del A, por el paso a la ronda de los ocho mejores. Mientras que Gales culminó su participación en el certamen, al que volvió después de 64 años.
La ficha del partido
Gales: Ward; Williams (36′, Roberts), Mepham, Rodon, Davies (57′, Morrell); Ramsey, Ampadu, Allen (81′, Colwill); Bale (46′, Johnson), Moore y James (77′, Wilson). DT: R. Page.
Inglaterra: Pickford; Walker (57′, Alexander-Arnold), Stones, Maguire, Shaw (65′, Trippier); Henderson, Rice (57′, Phillips), Bellingham; Foden, Kane (57′, Wilson) y Rashford (75′, Grealish). DT: G. Southgate.
Goles: 0-1, 50′, Rashford, de tiro libre; 0-2, 51′, Foden; 0-3, 68′, Rashford.
Árbitro: Slavko Vincic (ESL). Amonestó a James y Ramsey (GAL).
Estadio Áhmad bin Ali. Asistieron 44.297 espectadores.