La selección chilena femenina tiene el gran objetivo del año. El equipo nacional se acostumbró, en los últimos años, a disputar grandes citas, tanto en la región como también en el otro lado del mundo (los Juegos Olímpicos, nada menos). Ahora tiene una más. La Copa América 2018 fue la plataforma perfecta para que esta generación de jugadoras explotara y pusiera al fútbol femenino del país en un escalón superior. Esas jornadas gloriosas en La Serena son parte del recuerdo. Cuatro años después, en Colombia, la Roja cobija una nueva oportunidad de seguir construyendo un camino propio con logros importantes.
Esta tarde comienza la novena edición de la Copa América Femenina, que significará un punto de quiebre de cara al futuro, porque se empezará a realizar cada dos años. O sea, la próxima será en 2024 y así sucesivamente. Chile es, junto a Brasil, el único seleccionado que ha participado en todas las ediciones, desde 1991. Aunque suene a una perogrullada, hay que decir que el Scratch es el gran candidato. Ganó siete veces la Copa.
La misión del equipo dirigido por José Letelier es igualar, a lo menos, lo conseguido en casa, hace cuatro años (el subcampeonato). En esta ocasión, la Roja cuenta con un plus. Más bien, un seguro: tener a la mejor arquera del mundo. Christiane Endler llega a la Copa América como campeona de la Champions League, con el Olympique de Lyon, y con el premio The Best a la Mejor Portera adornando su vitrina personal. La presencia de Tiane le otorga otro peso al seleccionado nacional. Más allá de algunas incrustaciones de jóvenes, la base es la misma en la Selección: Carla Guerrero, Camila Sáez, Francisca Lara, Karen Araya, Yanara Aedo y María José Rojas.
“He trabajado harto tiempo, estoy muy agradecida de poder tener esta oportunidad. Ojalá pueda hacerlo de la mejor forma, ser un aporte para mis compañeras. Si sale el gol mejor, si doy el pase, también, y si entro tengo que hacerlo bien al 100%. Ojalá podamos darle una alegría a todo Chile”, afirma Coté Rojas, quien tendrá su segunda Copa América.
La Selección, que llega con dudas tras las recientes caídas con Venezuela, está en el grupo A junto a Colombia, Ecuador, Paraguay y Bolivia. Queda libre en la primera jornada. El debut será el lunes, ante las paraguayas, en Cali. Los tres primeros partidos de la Roja serán en el estadio Pascual Guerrero. El último, ante las anfitrionas, será en Armenia. La zona B tiene a Brasil, Perú, Venezuela, Argentina y Uruguay.
Lo que hay en juego
Hay que tener presente el formato de la competencia. Las 10 selecciones están divididas en dos grupos de cinco. Al tener libre en la jornada inicial, Chile disputará cuatro juegos al hilo, desde el próximo lunes al miércoles 20 de julio. Los dos equipos que logren la mayor cantidad de puntos avanzan a semifinales, mientras que los dos que finalicen en el tercer puesto jugarán por el quinto puesto. La final será el sábado 30, en Bucaramanga.
Además de la corona continental, la Copa América entrega clasificaciones para tres torneos: el Mundial de Australia - Nueva Zelanda 2023, los Panamericanos del próximo año, en Santiago, y los Juegos Olímpicos de París 2024.
Las campeonas, vicecampeonas y las terceras sacarán el pasaje directo a la Copa del Mundo que se desarrollará en Oceanía, mientras que las selecciones que acaben en el cuarto y quinto puesto jugarán un repechaje por tres plazas, en un torneo que será en febrero de 2023, entre 10 elencos. Las dos selecciones finalistas se clasifican directamente a los próximos Juegos Olímpicos. A su vez, las que terminen del tercer a la quinta posición accederán a los Panamericanos. Chile, como país organizados de esa cita, ya tiene su plaza asegurada.
Por si fuera poco, las campeonas tendrán su propia Finalíssima ante las monarcas de la Eurocopa, que comenzó el miércoles en Inglaterra, replicando lo sucedido con los combinados masculinos de Argentina e Italia, en Wembley. Esto se da ante la alianza entre la UEFA y la Conmebol. Hay más. Por primera vez, habrá un premio en dinero. La escuadra campeona recibirá la copa y 1,5 millones de dólares. Las subcampeones obtienen US$ 500 mil.