Alberto Heller y su navegante, Luis Allende, no podían creerlo. A menos de 100 metros de entrar al Parque de Asistencia del WRC Chile, el Ford Puma que conduce este fin de semana dejó de moverse de imprevisto. Intentó seguir, pero la dirección estaba totalmente trabada. Fueron largos minutos de reparaciones mecánicas, en donde incluso uno de los protagonistas fue Ott Tänak, líder de la fecha penquista y campeón mundial en 2019.
“En el último especial golpeamos a una piedra y se nos dobló el manubrio. Hicimos un par de reparaciones en la salida y llegamos al Parque de Asistencia sin ningún problema, pero después de que subimos a la rampa de limpieza se nos rompió. La verdad es que teníamos solamente dos minutos para entrar, por lo cual ya estábamos penalizando y ya era lo mismo que abandonar el tramo”, explicó a los medios el único chileno compitiendo en la categoría RC1, la más importante del Campeonato Mundial.
En concreto, la pieza del auto que se rompió fue el brazo de dirección o brazo Pitman. Heller y Allende intentaron de todas las formas poder arreglar el problema, pero después de más de media hora de intentos, terminaron por asumir que no había solución. Junto a él, estuvo durante un largo tramo Tänak, quien solo dejó a su rival cuando la organización le pidió que siguiera su camino al garage de Ford.
Fue una postal llamativa, porque además del estonio, diferentes mecanicos de equipos RC1 y autoridades de FIA intentaron guiar los arreglos de un auto que Heller recién probó por primera vez esta semana. De hecho, ese fue uno de los puntos que tocó al conversar con la prensa. “el auto es increíble. Diez puntos. Un tanque; se siente la diferencia de potencia. Fue una buena idea haber competido en la categoría número uno pero creo que para la próxima vez, si lo llego a volver a hacer, necesito más preparación, necesito más tiempo en el auto para poder acostumbrarme ya que realmente la tecnología que tiene es muy avanzada”, comentó.
Finalmente, la organización dejó como invalida la sesión del oriundo de Los Ángeles, quien marchaba en el puesto 18 de la tabla general del WRC Chile. Mañana saldrá a los últimos cuatro especiales con una penalización por no haber terminado los tramos, algo que de todas formas no le quita las sensaciones positivas de su primeras experiencia en el RC1. “Me quiero quedar con lo bueno. Que en la especial de Chivilingo, en el último parcial fuimos los más rápidos de toda la categoría y en el parcial anterior fuimos los segundos más rápidos. El potencial está, lo que sí cuesta mucho es poder mantener ese ritmo durante todo un rally”, remató.