La Copa Africana de Naciones suele sorprender a quienes la siguen. Es, generalmente, una caja de sorpresas. Todo puede pasar. Desde golazos, resultados inesperados, selecciones humildes tumbando a los colosos del continente o múltiples curiosidades. No obstante, pocas veces se observó algo como lo ocurrido en torno a Costa de Marfil, una de las finalistas del certamen, que este domingo buscará el título frente a Nigeria.
En el papel, eran dos de los grandes favoritos. Los Elefantes, locales del torneo, contra las Águilas, uno de las potencias de la región. El quinto y cuarto que más veces ganaron la corona, en dos y tres oportunidades, respectivamente.
Este 11 de enero, en el estadio Alassane Ouattara de Abiyán, Costa de Marfil y Nigeria irán por el oro, en un duelo completamente inesperado dado el transcurso del campeonato, sobre todo por lo que vivieron los locales.
El engorroso y sorprendente camino
En el mismo recinto donde se disputará el duelo final, las Águilas inauguraron el certamen con una contundente victoria ante Guinea Bisáu, por 2-0. No obstante, nada hacía pensar lo sucedido posteriormente. Nigeria, que también formaba parte del Grupo A, se impuso por la cuenta mínima, en un resultado que no tenía nada fuera de lo común. En el tercer y último partido de la fase inicial Costa de Marfil fue humillado por Guinea Ecuatorial (4-0), concretando la peor goleada sufrida por un anfitrión en la copa y desatando una inesperada crisis deportiva.
El resultado los dejó al borde de la eliminación. Era solo cosa de tiempo, por lo que, incluso antes de que terminara la resolución de la fase de grupos, la federación destituyó al entrenador Jean Louis-Gasset.
Era un fracaso, una tragedia futbolística para el anfitrión del torneo. Sin embargo, el día siguiente se dio el milagro. En el último minuto, Mozambique igualó un 0-2 inicial ante Ghana (90+1′ y 90+4′) tras un penal y un absurdo error del meta que provocó un córner y el posterior empate. Esto significó que los Elefantes clasificaran a la sigiente ronda como uno de los mejores terceros, con solo tres puntos.
Ya sin entrenador, intentaron fichar momentáneamente a Hervé Renard, el exestratega de Arabia Saudita, que venció a Argentina en el Mundial de Qatar, que actualmente dirige a la selección francesa femenina. Sin embargo y como era de esperar, la federación gala les dio un portazo. Finalmente, Emerse Faé, ayudante técnico de Gasset, se quedó con el cargo, a pesar de nunca haber dirigido en solitario. El otrora mediocampista fue parte de la generación dorada del país, pero desde un rol secundario. Hoy, tiene a los Elefantes en la final de la Copa Africana de Naciones.
En octavos batieron en penales a la poderosa Senegal, actual campeona del certamen, gracias a un tanto de Kessié, que en el 86′ igualó el duelo y lo mandó a la definición. En cuartos se vivió otro milagro. Con un gol en el 90′ y un taco en el 123′ de la prórroga, le remontaron a Mali, pese a tener un futbolista menos (que realizó un penal fallado por sus rivales). En las semifinales, en tanto, se impusieron por la mínima ante la República Democrática del Congo, la gran revelación del torneo, que en el inicio del cotejo sufrió la desestimación de un tanto por falta previa. Un gol de Haller bastó para llevarlos a la final ante Nigeria, en un certamen donde se veían eliminados hace unas semanas.
Al frente estarán las Águilas, que ha tenido un desempeño más que regular en el torneo. Incluso, ya supieron superar con comodidad a Costa de Marfil en fase de grupos. En ronda eliminatoria dejaron atrás a Camerún, Angola y Sudáfrica, en un último enfrentamiento que fue el más complicado y solo fue definido por los penales. Este domingo, la improvisación de los Elefantes se medirá ante equilibrio de las Águilas, en una final de ensueño.