Chelsea se impuso por 4-3 al Manchester United en un duelo caracterizado por dos remontadas en el marcador. Con un Cole Palmer excelso en los minutos finales, los azules vuelven a sonreír ante un cuadro del Big Six luego de la victoria ante Tottenham Hotspurs al inicio de la temporada.
Cierre épico
El encuentro en Stamford Bridge fue electrizante. Con la necesidad imperiosa de sumar puntos para alejarse de un paupérrimo 11° lugar, los locales no dejaron espacio a las formalidades y golpearon de entrada a los 4′. Tras una jugada reboteada en la mitad de la cancha, Enzo Fernández despejó el panorama y abrió hacia la banda de Malo Gusto. Allí, el lateral francés mandó el balón al semicírculo del área de los Diablos Rojos y Connor Gallagher puso el 1-0 con un derechazo rasante.
Pero los dirigidos de Mauricio Pochettino no se conformaron con eso. Aprovechando el envión futbolístico, los Blues se envalentonaron a los 19′ a través de una incursión en ataque de Marc Cucurella, quien fue derribado por Antony en el área. Como ha sido habitual en la campaña, Cole Palmer se hizo cargo de la pena máxima con éxito y estiró su registro perfecto a siete penales convertidos de manera consecutiva.
Sin embargo, la ventaja del 2-0 terminó siendo perjudicial para el Chelsea. Nublados por la diferencia en el marcador, los futbolistas del cuadro londinense se confiaron y empezaron a cometer una serie de errores en defensa. De esta manera, el United se dio cuenta de que si se lo proponían, podían generar daño. A los 33′, tras un fallo garrafal de Moisés Caicedo en la última línea, Alejandro Garnacho aprovechó la desconcentración de Benoit Badiashile, robó el balón, y puso el descuento.
Cinco minutos más tardes llegaría el empate. Con una asociación entre portugueses, Diogo Dalot colocó un centro preciso a la cabeza de Bruno Fernandes para que los visitantes dejaran todo en tablas. Pese a un intento de Gallagher en el ocaso del primer tiempo, todo se terminó yendo igualado a los vestuarios.
En el segundo tiempo los de Manchester fueron precavidos y volvieron a esperar las equivocaciones. A los 66′ el plan surgió efecto. Luego de que Badiashile se adelantara en la ofensiva, Antony pinchó el esférico, la jugó a Marcus Rashford y se desplazó hacia el ataque. El inglés le devolvió la cortesía, pero esta vez al espacio. Con todo el tiempo del mundo el brasileño realizó una exquisita asistencia con el borde externo para el segundo personal en la cuenta de Garnacho. El cabezazo del hombre que representa a la Selección Argentina aseguraba la remontada.
En los minutos posteriores el local intentó, pero con más ganas que fútbol. Los tibios acercamientos del cuadro anfitrión no generaban daño en el arco de Onana, no obstante, cuando todos pensaban que el United estiraba a siete los años sin perder contra el Chelsea, llegó la luz de esperanza: una falta en el área contra Madueke volvió a darle la oportunidad al exjugador del Manchester City para anotar de penal. Haciendo gala de su frialdad, el joven inglés batió al arquero camerunés y marcó el 3-3 a los 99′. El octavo de su cuenta por esa via.
A pesar de que el empate ya era casi un hecho, la Premier League volvió a sorprender al mundo del fútbol con un final con tintes épicos. Aprovechando las desconcentraciones de la zaga rival, el Chelsea jugó un córner rápido, Palmer remató y un desvío en la última línea terminó descolocando al guardameta para poner el 4-3 definitivo y la fiesta total en Londres.
Con la victoria, los Blues vencieron por primera vez al Manchester United desde el 2017 y se ubicaron en la medianía de la tabla con 42 puntos. Por el otro lado, los Diablos Rojos vuelven a Old Trafford con la desazón de haberse alejado de los puestos de clasificación para las copas internacionales. En la próxima jornada se jugarán una de sus últimas cartas en el clásico de Inglaterra ante el Liverpool.