Con una Copa Chile, pero rendimientos muy pobres: los números de Nicolás Córdova, el interino que dirigirá a la Roja ante Ecuador

Nicolás Córdova es el elegido por la ANFP para tomar las riendas de la Roja tras la renuncia de Eduardo Berizzo. Se trata del entrenador del jefe de selecciones masculinas juveniles. Sin embargo, es un cargo en el que aun no dirige partidos. De hecho, ni siquiera ha tenido su presentación oficial frente a los medios de comunicación.

El ex Santiago Wanderers llega de manera momentánea a la adulta, mientras la dirigencia presidida por Pablo Milad busca un DT titular. Ante la premura que significa jugar el martes ante Ecuador, se escogió al adiestrador nacional. Córdova será el encargado de llevar a cabo la jornada de entrenamientos que está programado para este viernes, antes del viaje del domingo rumbo a Quito.

Con 44 años, el talquino tendrá su desafío más grande en su carrera en los banquillos. Pese a su juventud, ya cuenta con siete años de experiencia en distintos clubes. Sin embargo, no todas sus experiencias han sido positivas. De hecho, nunca ha sido capaz de cosechar un rendimiento superior al 50 por ciento en ninguna institución. En total acumula un 43,64% de efectividad. Su mejor pasar, en cuanto a lo numérico, fue en Universitario de Lima, donde cosechó un 49,55% de los puntos.

Su carrera parte en 2015. Fue el ayudante de Hugo Tocalli en el Sudamericano Sub 20 de Uruguay. Tras los malos resultados del transandino, el chileno tomaría las riendas de la Roja juvenil. Pero no alcanzó a dirigir en torneos oficiales. Sin embargo, hizo ruido al ganar un campeonato amistosos en Alcudia. Eso lo llevaría a tener una oportunidad en Primera División.

En 2016, la campaña de Palestino posicionaba a Nicolás Córdova como uno de los entrenadores con mayor proyección a nivel nacional. Se trataba de un momento en el que los técnicos nacionales estaban sacando buenos resultados en el torneo local. Mario Salas era bicampeón con la UC; José Luis Sierra había sumado un título en Colo Colo y, poco tiempo antes, Héctor Tapia hizo lo propio.

En ese contexto, el formado en el Cacique como futbolista arremetía como un buen proyecto de entrenador. Sobre todo al lograr instalar a Palestino en los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Pero no eran solo los resultados lo que justificaban los elogios que se ganaba, sino también su propuesta futbolística, que parecía convencer a los fanáticos del balompié criollo.

No obstante, su buen rendimiento pasó al olvido rápidamente cuando en 2017 se despidió de la tienda árabe sin victorias. En el Torneo de Clausura, un empate y seis derrotas en siete jornadas lo llevaron a dejar el cargo. Se iba del club baisano con un 47,62 por ciento de eficacia; que fue muy a la baja debido al pobrísimo 4,76% que tuvo en el arranque de ese año.

En Santiago Wanderers aún lucen con orgullo el título de la Copa Chile de 2017. Es uno de los más importantes que han conseguido tanto en este siglo como en su historia en general. En la final vencieron nada menos que a Universidad de Chile, con una gran actuación de Enzo Gutiérrez en aquella tarde en Concepción. El técnico de aquella gesta era Nicolás Córdova.

Pese a ese campeonato. Los recuerdos del nacido en Talca no son del todo alegre en la ciudad portuaria. Esto porque solo semanas después de conquistar la Copa Chile, perdió la categoría y bajó a la Primera B. También fue en una definición de infarto. Claro que en esta ocasión terminó siendo favorable a Unión La Calera. Fue un formato extraño el que condenó a los caturros, ya que no había descenso ni ascenso directo. Tuvieron que definir ante el campeón de la segunda categoría y allí perdieron por penales. De visita ganaron 1-0 y de local sucumbieron por ese mismo marcador.

Más allá de haber bajado a la B, Córdova fue ratificado en su cargo por la dirigencia del Decano. Pero no duraría mucho. Un 26.67% en 2018 lo hizo salir de la institución. En total, acumuló un 38.89% en Santiago Wanderers. Su salida de Valparaíso no se dio en los mejores términos.

Tras su irregular paso por la quinta región, dio el salto a Perú. Allí se mantuvo por casi un año. A Universitario de Lima lograría salvarlo del descenso en su primera temporada. Pero después no podría dar el salto de calidad que en el club de la capital del país del norte esperaban. Incluso, sus números fueron decrecientes. 54.55% en 2018 y 42.22% en 2019 fueron sus porcentajes de unidades obtenidas en relación a los partidos jugados.

Tras abandonar la U de Lima, vendrían dos años sin dirigir que se interrumpieron cuando en 2021 se hizo cargo de la selección sub 23 de Qatar, para formar parte de un proyecto que buscaba inculcar el fútbol en el país árabe justo antes del Mundial que debían organizar. Su incursión dejó varios futbolistas en la adulta, pero abandonaría el cargo para tomar una oportunidad en Al-Rayyan.

En ese club también repetiría números pobres y que fueron a la baja. En total, un 37.98% de eficacia. En ese cargo se mantuvo hasta este año, antes del llamado de la ANFP para formar parte del proyecto de juveniles en Chile. Casi por casualidad, ahora debe tomar el fierro caliente que es la Selección adulta en las Eliminatorias. Su experiencia en la Roja como jugador fue breve: cinco partidos y un gol.