La Roja jugó uno de los peores partidos de su historia. Por la fecha 8 de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, cayó por primera vez ante Bolivia en el Estadio Nacional. De esta forma, la selección altiplánica cortó una increíble racha de 31 años sin ganar como visitante en esta competición, en una jornada que fue opaca en todos los aspectos.
En una tensa conferencia de prensa, Ricardo Gareca declaró que esta derrota no es una vergüenza: “Son definiciones que yo creo que habría que dejarlas de lado, ¿no? Vergüenza, lo que usted en su introducción, me parece que no tiene nada que ver, no está relacionado con eso. O sea, simplemente, bueno, perdimos un partido, está el dolor de perder, por supuesto, creo que no merecimos perder de ninguna manera, o sea, creo que el desarrollo del juego, Chile hizo todo como para ganar el partido y nos vamos con una derrota que duele, pero lejos está de una vergüenza”.
Poco ambiente y carteles para combatir la discriminación
A 20 minutos del inicio del partido arribó Pablo Milad, el presidente de la ANFP, rápido y en total silencio. A esas alturas las tribunas del Nacional lucían apenas unas 10 mil personas aproximadamente. Algunos claros sin público eran evidentes en el reducto de Ñuñoa.
Además, eran visibles tres carteles con mensajes contra la discriminación; dos ubicados en el sector sur y uno en el norte. “No más porom pom pom. Sanción de 4 años”, decía uno. Cabe destacar que para este encuentro la Roja estaba bajo un castigo de reducción de aforo, justamente por este motivo.
El poco ambiente contrastaba con el permanente sonido de una bandita que se ubicó en la galería norte, quienes llegaron provenientes desde Iquique.
Vargas contra Osorio y gestos obscenos
Con la pelota ya en juego, continuó el desastre para Chile. Los altiplánicos sacaron una ventaja de 2-1 en el primer tiempo que desató la locura y lo peor del banco visitante, quienes se dieron vuelta y realizaron gestos obscenos hacia la tribuna preferencial del Estadio Nacional.
La Roja se fue abajo en el marcador al entretiempo, lo que provocó discusiones entre los futbolistas nacionales camino a camarines. Una de las más llamativas fue la de Eduardo Vargas con Darío Osorio. El atacante del Atlético Mineiro le recriminó en duros términos la actitud con que el nacido en Hijuelas estaba enfrentando el partido.
En la segunda parte el panorama no mejoró. Chile no encontró el tanto del empate y varias pifias se hicieron sentir. Sin embargo, la bandita continuó tocando hasta que se consumó una derrota histórica. Al final, Los futbolistas bolivianos se acercaron a un rincón del recinto a celebrar exultantes este inolvidable duelo con unos 50 compatriotas.